La Comunidad de Madrid extenderá las ayudas a los ganaderos de la región, que hasta ahora solo cobraban por animales muertos en ataques de lobo, también a las reses atacadas por buitres y al ganado herido, que estaban excluidos de las subvenciones, según la nueva Orden que entrará en vigor en octubre.
Se prevé que en la primera quincena de septiembre el Boletín Oficial de la Comunidad (BOCM) publicará la nueva Orden, cuyas bases se conocerán antes del 31 de agosto, según la Consejería.
Las ayudas máximas de la Orden de 2015, que varían según la especie y la edad de las reses, eran de hasta 1.200 por ganado bovino de entre uno y diez años; 500 euros para equinos mayores de 36 meses; hasta 120 euros para ganado ovino y caprino mayor de seis meses y menor de siete años, y un máximo de 220 euros para los carneros muertos por ataques de lobos.
«Es una buena noticia», ha dicho a Efe el presidente la Unión de Ganaderos de Madrid (Ugama), Alfredo Berrocal, que ha denunciado un repunte de los ataques este verano, con una media de tres-cuatro casos a la semana, y que el año pasado se saldaron con 91 animales muertos por lobos y perros asilvestrados entre enero y octubre de 2015.
En las zonas más afectadas, como la sierra del Rincón y el valle del Lozoya, los ataques «son casi a diario» en esta época en media docena de municipios, según Berrocal, que celebra la ampliación de las ayudas a las reses heridas, ya que hasta ahora los ganaderos solo cobraban «si había cadáver».
el plazo para notificar los ataques se amplía de 48 a 72 horas, y el plazo máximo para la resolución será de tres meses
Madrid es la comunidad que más subvenciones destina, con 60.000 euros presupuestados el año pasado, de los que solo se hicieron efectivos 46.000 euros ya que «no se agotó el crédito» de ayudas, señalan desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
Otras novedades de la Orden, que la Comunidad presentará antes del fin de agosto, es que el plazo para notificar los ataques se amplía de 48 a 72 horas, y el plazo máximo para la resolución será de tres meses desde la solicitud, aunque los ganaderos se quejan de que, aún así, «pueden tardar meses en hacer efectivo el cobro».
Berrocal se declara «satisfecho» de que la nueva orden siga sin discriminar los ataques de lobos y los de cánidos salvajes, ya que tanto «la guardería forestal como los veterinarios coinciden en que es muy difícil distinguir», ha dicho a Efe.
Según el último censo nacional del lobo ibérico, en 2014 había 297 manadas en España, pero solo una en la Comunidad de Madrid, donde sin embargo se observa una expansión de esta especie protegida en zonas como Paredes de Buitrago, Serrada, Lozoya, Rascafría, Horcajo de la Sierra, Pinilla del Valle, con una incidencia menor de ataques en el Parque Nacional de Guadarrama.
la obligación de quemar los cadáveres de los animales ha provocado un cambio de hábitos en los buirtres y el aumento de ataques
Respecto a los buitres, Ugama achaca los ataques al ganado vivo, sobre todo reses moribundas y recién nacidas, al «hambre por falta de carroña», ya que tras la enfermedad de las ‘vacas locas’, los ganaderos están obligados a incinerar los cadáveres, con el consiguiente gasto que ello supone, lo que ha provocado un cambio de hábitos de esta especie de ave protegida.
También hay «una especie de domesticación del lobo, por la gran presión de la presencia humana en el entorno. El lobo no se siente amenazado y ataca explotaciones de ganado doméstico, es un animal astuto e inteligente, quiere comida de primera calidad con el menor esfuerzo posible», añade Berrocal.
Ugama, la organización mayoritaria en Madrid, pide a la Comunidad que la guardería forestal les proporcione datos de los lobos censados para «mejorar la prevención en ciertas zonas», y propone crear la «Mesa del Lobo, en la que estén representados todos los colectivos interesados».
«Nuestra visión puede ser compatible con la de los ecologistas y senderistas, tenemos que convivir con el lobo y podemos llegar a soluciones conjuntas», señala el presidente de la Unión, que también ha pedido ser incluida en el Patronato del Parque de Guadarrama, con «los avales de una decena de ayuntamientos de la zona», sin que hayan recibido contestación.