EFE.- Entre las especies utilizadas en la plantación se encuentran varias frondosas -como arce de Montpellier, serbal de cazadores, fresno, manzano silvestre u olmo blanco-, así como pino resinero y silvestre mezclado con rebollos para las zonas más bajas, ha apuntado la Comunidad de Madrid en un comunicado.
Con el paso del tiempo, estas las floraciones y coloraciones de estas especies indicarán el cambio estacional y sus frutos servirán de alimento a los animales del entorno, en especial a la avifauna.
Para favorecer el crecimiento de las especies plantadas, en determinados puntos la Consejería de Medio Ambiente ha llevado a cabo también un desbroce de parcelas de vegetación arbustiva, sobre todo de especies como la genista blanca.
Además, se ha procedido a la creación de rampas de escapes de anfibios y otros animales en los abrevaderos, fuentes y pilones que no disponían de ellas, así como la plantación de olmos blancos en sus inmediaciones, con el fin de recuperar el área perdida por esta especie.
Medio Ambiente explica que la vegetación regenerada naturalmente y las plantaciones realizadas a lo largo de los años ha permitido que muchas especies de fauna -ciervo, corzo, jabalí, conejo y perdiz- hayan vuelto a asentarse en este monte, mientras que buitres negros y leonados lo utilizan de nuevo como zona de campeo.
En el monte Abantos, que se vio afectado en 1999 por un incendio que afectó a 450 hectáreas, el Gobierno regional ha acondicionado la zona y reforestado con más de 400.000 árboles -un 80 %, pinos, y el resto especies frondosas-.
En total, la inversión en la zona en la última década ha sido de más de 2,3 millones de euros, según los datos de Medio Ambiente.