Las cuantías en las ayudas por ataques de lobos al ganado han sido aumentadas por la Comunidad de Madrid, cuyo consejo de Gobierno ha aprobado las normas para recibirlas por el tipo y la edad del animal afectado, 500 euros para ovino y caprino y mil euros por bovino y equino. Además se incrementa el pago por el lucro cesante.

El Gobierno regional, tras varios parapalos en los juzgados, informa de que esta semana aprobó una inversión de 150.000 euros con este objetivo dirigida al sector ganadero, y las normas reguladoras y la dotación que se percibirá, de manera que los nuevos importes máximos por siniestros establecidos en los seguros son de 500 euros para ovino y caprino y de 1.000 euros por bovino y equino.

En concepto de lucro cesante y daños indirectos, los montantes aumentan, de modo que los carneros pasan de 220 a 300 euros, el bovino de 1 a 10 años de 1.200 a 1.500 euros, o los caballos mayores de 36 meses de 500 a 900 euros.

Se doblan, de 250 a 500 euros -más del 100%- las de equinos menores de 36 meses.

Si se trata de razas autóctonas en peligro de extinción, la cantidad por todos los conceptos crecerá un 10%, dice la comunidad, y agrega que las explotaciones que hayan tomadomedidas preventivas y sufran ataques también se beneficiarán de este porcentaje extra.

Para animales heridos, que causan igualmente una pérdida económica para el propietario, se podrá conceder una ayuda por los gastos veterinarios ocasionados siempre que no superen los máximos establecidos por lucro cesante y daños indirectos.

LA COMUNIDAD INSISTE EN QUE LOS ATAQUES A GANADO POR ESTOS ANIMALES HAN DISMINUIDO UN 65%

Según la Comunidad de Madrid, actualmente se conoce la existencia de cinco manadas de lobos reproductoras en la Sierra del Rincón, Valle del Lozoya y alrededores de Santa María de laAlameda.

Además, también hay «presencia estable» de lobos en varios puntos al suroeste del Guadarrama, donde es posible que puedan llegarse a asentar en el futuro, dice la nota.

Según los últimos datos registrados, los ataques a ganado por estos animales han disminuido un 65%, pasando de los 398 que se produjeron en 2018 a los 139 del año pasado.

Esto se debe, dice el Gobierno madrileño, a que los profesionales del sector están aplicando buenas prácticas en el manejo de sus animales y están modernizando sus infraestructuras, al mismo tiempo que que los técnicos medioambientales ylos agentes forestales cuentan con un mayor conocimiento sobre la especie.