Sarasola ha destacado la utilidad del estudio universitario, elaborado entre 2009 y 2013 por el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) bajo la dirección del investigador Ramón Bienes.
Este trabajo responde a una demanda del sector del vino -ha precisado el consejero-, que ahora podrá localizar los mejores terrenos de la Comunidad para alquilar o adquirir con el propósito de plantar vides.
Un cambio radical de modelo del vino madrileño
En los últimos años, el vino madrileño ha estado inmerso en un cambio radical de modelo, ha dicho Sarasola, en el que la investigación y el desarrollo protagonizan el aprovechamiento del "potencial enorme" que tiene el sector.
Para el consejero, este estudio es una muestra de la "simbiosis perfecta entre investigación y campo", en la que se asienta la labor con la que los empresarios emprendedores y los agricultores y ganaderos de Madrid han conseguido que en Madrid subiera un 71% el empleo en el sector primario, mientras que en el resto de España baja un 10%.
"Madrid es urbana pero también campo, ganadería e industria", ha dicho el consejero al destacar cómo la transformación del sector del vino madrileño ha conseguido que se exporte casi el 50% de la producción, más de un millón de botellas, hasta conseguir que el vino de Madrid sea hoy cada vez más apreciado".
El consejero ha destacado el reto de que el vino de Madrid siga siendo "la punta de lanza del sector para crecer y crear oportunidades y ser ejemplo de transformación y de competitividad".
Ramón Bienes ha explicado a Efe que el estudio que ha dirigido pone de relieve en qué lugares es factible plantar determinadas variedades de uva, ya sea garnacha, tempranillo o cabernet sauvignon, y cómo se adapta a las limitaciones de suelo o de clima de cada punto geográfico.
El objetivo es ampliar sensiblemente esas 8.000 hectáeas actuales
Tras destacar que hace varias décadas Madrid tuvo hasta 60.000 hectáreas de viñedos, frente a las 8.000 de hoy, Bienes ha insistido en que la pretensión actual es ampliar o recuperar las viñas "pero de forma ordenada y estructurada, con plantaciones dirigidas y no en cualquier lugar, sino en los lugares idóneos que el estudio señala".
El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Madrid, Juan Bautista Orusco, ha dicho que el estudio supone "una herramienta magnífica para el Consejo Regulador con la cual divulgar entre bodegas y agricultores cuál es el suelo más apropiado para las nuevas plantaciones".
Según datos de la Comunidad, la denominación de origen Vinos de Madrid abarca 275.000 hectáreas en 58 municipios de sus tres subzonas (Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias), 8.390 con vides, en las cuales trabajan 2.891 viticultores en 44 bodegas.