El presidente francés, Emmanuel Macron, ha manifestado este jueves su oposición al retorno del lobo a las zonas con actividad de pastoreo, con lo que se ha sumado a una vieja petición de los ganaderos de las regiones de montaña.
«Soy favorable a que en todas las tierras donde haya zonas de pastoreo no se permita al lobo reintroducirse, porque no es compatible», ha asegurado Macron en una intervención ante ganaderos durante una visita a Roquefort sur Soulzon (sur).
La visita, realizada con motivo del centenario de la denominación de origen protegida del queso roquefort, ha permitido también al presidente mostrar su apoyo a las comunidades rurales de montaña, a las que recordó que su familia procede de los Altos Pirineos.
Macron ha señalado que Francia «encabezó la lucha» para reducir el nivel de protección del lobo a nivel europeo, que este año ha pasado de estar «estrictamente protegido» a «protegido» una vez que la situación de sus poblaciones ha mejorado tras estar cerca de la extinción.
Durante su visita a la zona, en el departamento muy rural y montañoso de Aveyron, Macron se ha reunido con ganaderos y con elaboradores de quesos de la zona (el roquefort se fabrica con leche de oveja) y ha respaldado las preocupaciones de los primeros sobre la protección de sus rebaños.
«No debemos permitir que el lobo se implante» en las tierras de pastoreo, ha insistido.
La denominación de origen Roquefort agrupa a unas 1.330 pequeñas explotaciones ganaderas y el año pasado comercializó cerca de 14.000 toneladas de este queso azul, de las que un 26 % se exportó, con Estados Unidos como principal mercado exterior, según datos del Elíseo.
Para Francia, esta comarca encarna un modelo de agricultura de protección del territorio, respeto al medioambiente, empleo local y fijación de población en el medio rural.