Hacer las cosas bien: ese consejo cotidiano en las relaciones humanas se ha convertido en el mejor mensaje para que los responsables de levantar la macrogranja de vacuno de leche en Noviercas (Soria) eviten repercusiones adversas en el plano económico, sanitario y ambiental.
Hablamos de 20.000 vacas, 180 millones de litros de leche al año y unos 250 puestos de trabajo directo en un municipio de 160 habitantes, unas cantidades llamativas para un sector con una media de 40 vacas por granja, no acostumbrado a macrocifras, por lo que los expertos consultados por Efeagro no se oponen pero lanzan vehemente ese mensaje: «Hacer las cosas bien».
Peligro de positivos: ven que «no habría que tener temor» a una explotación de tal envergadura «siempre que se gestione bien»
En el plano de la sanidad animal, ese volumen tan elevado de reses concentradas en 900 hectáreas hace pensar en riesgos, porque un sólo positivo en alguna enfermedad -brucelosis, por ejemplo- obligaría al vaciado sanitario, con la repercusión que ello tendría en muchos aspectos, entre ellos el económico, para sufragar las indemnizaciones por sacrificio.
A pesar de ello, muchas voces se pronuncian asegurando que en una macrogranja de vacuno de leche la prevención suele ser mayor, como inidica el profesor asociado de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Alberto Díez, quien asegura que «no habría que tener temor» a una explotación de tal envergadura «siempre que se gestione bien».
Así, añade que, en régimen intensivo, las medidas de bioseguridad se pueden controlar «muchísimo mejor» y «se da por hecho» que en una explotación como la de Noviercas esas medidas serán «francamente excepcionales».
El control riguroso a la entrada de personas, de vehículos o cierres perimetrales adecuados son algunas de las recomendaciones que hace, sin pasar por lo alto los «absolutamente estrictos» controles de entrada de nuevos animales a la granja.
«Con una buena gestión, estas granjas no deberían ser las que mayor riesgo sanitario impliquen», reitera.
«El problema ambiental, como el tema del estiércol, sólo se generaría si no se hacen las cosas bien»
La gestión de grandes volúmenes de subproductos, como el estiércol, también está en el punto de mira por sus posibles consecuencias medioambientales de esta macrogranja de vacuno de leche.
El profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Ánel Ruiz, sigue una línea argumental similar a Díez al indicar que «el problema ambiental sólo se generaría si no se hacen las cosas bien».
Asegura que actualmente hay «alternativas e investigación» para reutilizar los subproductos y sacarles provecho, como dirigirlos a la obtención de humus y otros fertilizantes orgánicos o a la producción de energía mediante la fermentación del estiércol; todo ello «incluso puede generar más puestos de trabajo».
También se refiere a la necesidad de que toda la estructura asociada (almacenes de alimentos, silos, graneros) sigan unas pautas arquitectónicas que minimicen el impacto visual en su entorno.
Las repercusiones económicas, especialmente para los pequeños productores de leche de zonas cercanas, ha sido otro de los asuntos más polémicos.
Estos procesos «son parte de la evolución, no sólo del sector lácteo, sino del ganadero y de la industria, en general»
El presidente de la Cámara de Comercio de Soria, Alberto Santamaría, prevé que el proyecto generaría riqueza en la economía de la zona aunque no descarta alguna repercusión negativa en provincias colindantes.
No obstante, enmarca la apuesta por estas grandes vaquerizas dentro del proceso de evolución hacia explotaciones más eficientes y competitivas económicamente; un proceso parecido se vivió, a su juicio, en esta zona cuando algunas granjas crecieron hasta el centenar de reses mientras otras se quedaron en el tamaño familiar de una decena de vacas.
Subraya que estos procesos «son parte de la evolución, no sólo del sector lácteo, sino del ganadero y de la industria, en general».
La polémica entre detractores y defensores de la macrogranja de vacuno de leche se antoja aún larga y habrá que esperar para saber si definitivamente se levanta en Noviercas y si, efectivamente, como aconsejan estos expertos «se hacen las cosas bien».
(Texto: Juan Javier Ríos / Efeagro)