La climatología ha provocado el adelanto de la vendimia, por lo que los primeros españoles se desplazarán a la zona sur a partir del 20 de agosto, mientras que el resto viajará a finales de agosto o primeros de septiembre.
De media, cada vendimiador permanecerá en el país vecino entre 20 y 25 días, aunque algunos grupos realizan la vendimia más temprana y luego se trasladan a zonas con recogida tardía, pudiendo prolongar su trabajo en territorio francés durante más de 40 días.
Deusa ha recordado que Fitag-UGT hace una labor de información previa y asesoramiento a los trabajadores sobre conocimientos fundamentales como la duración y el mapa de las campañas, las condiciones laborales y los salarios exigibles, así como para evitar el desplazamiento a Francia sin una contratación en origen.
De hecho, esta organización sindical celebrará en los próximos días más de 40 asambleas en las localidades que aportan un mayor número de temporeros.
Un salario de 1.445 euros al mes de media
Una vez en Francia, distintos responsables sindicales se desplazarán a las zonas de recolección para supervisar los alojamientos, los campos de recogida o facilitar los trámites administrativos con los consulados si es necesario.
En cuanto al salario, ha asegurado que nunca podrá ser inferior al mínimo interprofesional de crecimiento, que se fija en 9,53 euros/hora o 1.445,38 euros/mes, a razón de 35 horas semanales (151,67 horas/mes).
Los sueldos rondan ese mínimo de 9,53 euros bruto/hora y se establecen máximos de hasta 11,11 euros la hora para algunos niveles y escalas en la zona de Lyon. Otras de las ventajas resaltadas por Deusa son las prestaciones familiares que se generan por cotizar en Francia.
Así, si se realiza una actividad igual o superior a 18 días de trabajo o 120 horas al menos, o 200 horas al trimestre, se pueden solicitar subsidios familiares, siempre que se tengan do o más hijos menores de 20 años a su cargo, que no ejerzan una actividad laboral o que reciban una remuneración mensual inferior al 55% del salario mínimo interprofesional.
Aumenta el número de hombres desplazados que han dejado la construcción
Por su parte, Acasuso ha destacado que en los últimos años se ha producido una "rotación" en el perfil de los vendimiadores españoles que viajan a Francia.
Así, actualmente el 53% de los temporeros son hombres, un porcentaje que ha crecido en los años de crisis debido a la entrada de mano de obra desempleada que provenía de la construcción.
Este hecho, según ha reconocido, ha provocado una bajada en el número de mujeres vendimiadoras procedentes de zonas rurales, dejando su lugar a los hombres, un hecho con "toque machista".
Según Acasuso, el 24% de los temporeros españoles que van a la vendimia francesa son jóvenes, con un aumento en estas últimas campañas del número de estudiantes y licenciados que aprovechan este corto período de vendimia francesa para obtener unos ingresos.
En este sentido, ha apuntado que es "incalculable" el número de españoles que estarían dispuestos a trabajar en la vendimia francesa este año.