EFE.- Según el acuerdo, suscrito entre la Asociación Brasileña de Supermercados (Abras) y el Ministerio Público Federal (fiscalía), tampoco se comprará la carne de res cuya producción esté relacionada con otras "irregularidades ambientales y sociales", entre las que se incluye el trabajo esclavo.

El convenio tiene como objetivos la mejora de la imagen del sector, la erradicación del trabajo esclavo en la ganadería, la reducción de la deforestación y el apoyo a los derechos indígenas, entre otros, según el texto del acuerdo, divulgado por el Ministerio Público.

A instancias de la fiscalía, la Abras alertará a los supermercados sobre los proveedores que incumplan la ley y, al mismo tiempo, divulgará una lista de ganaderos y empresas cárnicas que se han comprometido a adoptar buenas prácticas.

La asociación también incentivará a los supermercados a mejorar el control de origen de las carnes y a que divulguen esos datos a los consumidores.

La ganadería es una de las actividades económicas responsables de la expansión de la tala ilegal en la selva amazónica brasileña, lo que ha llevado al Gobierno a impulsar medidas de control a los rebaños en esa región.

Antes que la Abras, algunas grandes cadenas de supermercados, como la estadounidense Wal-Mart, e importantes distribuidores de carne, como JBS Friboi, habían anunciado su rechazo a la carne procedente de zonas selváticas taladas de forma ilegal.

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