En línea con lo anterior, se han analizado todos los controles y requisitos físico-químicos que, respectivamente, almazaras y aceite de oliva deben cumplir. Precisamente, para facilitar el trabajo a las cooperativas, FAECA ha informado hoy sobre un protocolo en el que trabaja para recogerlos en detalle, el cual posteriormente difundirá, y ha subrayado la necesidad de seguir trabajando en la diferenciación de las calidades para que el consumidor las conozca, sepa diferenciarlas y esté dispuesto a pagar el precio que corresponde por cada una de ellas.
La jornada técnica ha girado sobre estas y otras cuestiones, entre ellas la normativa sobre regulación y control de la comercialización, la Ley de Calidad Agroalimentaria de Andalucía y la repercusión en el aceite de oliva de la revisión de los parámetros físico-químicos, una cuestión (esta última) de enorme actualidad puesto que hoy se debatía en Bruselas la modificación del Reglamento correspondiente, a fin de reducir el límite máximo de esteres etílicos en el producto. A este respecto, y al margen del referido debate, el sector oleícola continúa trabajando para determinar la incidencia de este parámetro en el aceite de oliva.
Los ponentes encargados del desarrollo de las diferentes temáticas han sido la subdirectora general de Control y Laboratorios Alimentarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Cristina Clemente Martínez; el jefe del Servicio de Control de Calidad Agroalimentaria de la Consejería de de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Francisco de Paula Rodríguez García, y la coordinadora del Grupo de Expertos Químicos de FAECA y directora de laboratorio de DCOOP S.C.A., Rosario Luque.