Ante la última oferta de Azucarera a los remolacheros, la UCCL ha dejado claro que los cultivadores de remolacha «quieren precio y no pago en especie», en referencia a la proposición de promoción de semillas, asesoramiento energético, financiación inversiones…
Por eso, la Organización Agraria reclama a la industria que la base fundamental de su oferta de contratación para esta nueva campaña sea el establecimiento de un precio rentable y el resto de propuestas sean consideradas como un complemento.
La Unión de Campesinos de Castilla y León critica que «no puede haber una campaña más presidida por el jeroglífico de cifras que la industria azucarera traslada al cultivador y que da como resultado que casi ningún remolachero sepa a cuánto le pagan su producción. Pues no en vano, este galimatías de cifras provoca que cada agricultor cobre un precio diferente por su remolacha».
Reclaman que el precio por tonelada sea la base fundamental de los contratos y el resto de medidas, un complemento
“Los remolacheros estamos acostumbrados a vender nuestros productos a un precio claro y conciso por tonelada, tantos kilogramos a tantos euros, total precio”, sentencia la organización.
De este modo, desde UCCL reclaman que el precio por tonelada sea la base fundamental de los contratos y el resto de medidas (promoción de semillas, asesoramiento energético, financiación inversiones…) y complementos se consideren sólo como eso, complementos y no parte fundamental del precio.
Después de dos años de siembra con el actual AMI, la UCCL advierte de que «hemos tocado suelo en la superficie sembrada con apenas 22.500ha. Esta realidad debería hacer reflexionar a la industria y ponerse a trabajar para materializar los cambios absolutamente necesarios para hacer atractivo el cultivo, en lugar de propiciar una lucha entre las industrias ofreciendo mejoras individualmente a los agricultores para captar su cultivo».
Por eso plantea que «si todos: industria , administración y cultivadores, queremos apostar por el cultivo de la remolacha, situándolo como cultivo estratégico de la región, hemos de empezar por ofrecer al productor un precio que garantice, al menos, el poder cubrir los costes de producción. Y sentarnos ya de una vez por todas en una mesa de negociación. La mesa del Azúcar debería convocarse ya».