A su juicio, la reforma energética incluye una revisión en profundidad de los peajes de transporte y distribución de la electricidad que actualmente pagan los regadíos y que se caracterizan por tener una alta potencia contratada y un consumo muy desigual que varía notablemente según la época del año.
En el borrador que actualmente estudia la Comisión Nacional de la Energía (CNE), las tarifas de alta tensión por las que se rige el regadío registrarían un incremento del término de potencia del 115 %, que se añadiría a las subidas de más del 450 % que ha experimentado en los últimos cuatro años, según Fenacore.
Han indicado que la tarifa que grava el consumo (Término Fijo de la Energía) se reduciría en un 65% con los nuevos peajes, pero "apenas beneficiaría a los regantes, ya que su impacto real en factura sólo se apreciaría sensiblemente durante los meses de julio y agosto, los más intensivos en riego y en consumo energético".
Fenacore propone alternativas para frenar esta subida
Fenacore ha subrayado que viene solicitando al Ministerio de Industria que las comunidades de regantes paguen únicamente por la potencia real registrada y no por la teórica contratada para evitar el gasto de un servicio que no utilizan fuera de la época de riego, entre los meses de abril y octubre.
Para reducir los costes eléctricos, han defendido la despenalización del uso de las tarifas de temporada o la firma de más de un contrato por año: uno anual con una mínima potencia para el suministro básico del mantenimiento de los equipos y otro de temporada para los meses de máximo consumo (meses de riego).
Fenacore se ha mostrado convencida de que "con unos costes energéticos más competitivos se garantizaría la colaboración del sector agrario en la modernización de las más de un millón de hectáreas pendientes de la segunda fase del Plan Nacional de Regadíos, actualmente paralizada".
Fenacore es una asociación que agrupa a 700.000 regantes y más de dos millones de hectáreas, es decir, más del 50% del regadío nacional, según las mismas fuentes.