Los regantes proponen aumentar la regulación hídrica en 16.000 hectómetros cúbicos para luchar contra el cambio climático, tras la aprobación del anteproyecto de ley contra el cambio climático por parte del Consejo de Ministros a instancias del Ministerio para la Transción Ecológica y el Reto Demográfico.
El sector «siempre» ha defendido la construcción sostenible de obras de regulación (presas, embalses o trasvases) para prevenir los efectos negativos de las lluvias torrenciales y convertirlas en recursos para las cuencas deficitarias, según ha señalado este martes la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) en un comunicado.
La Federación ha reiterado la «urgencia» de poner en marcha un Plan Nacional de Infraestructuras Hídricas que «siga la estela» de los planes de carreteras o de infraestructuras ferroviarias, pese a reconocer que las perspectivas económicas para España dificultarán la «necesaria inversión» en este tipo de obras.
Los regantes han defendido que los cultivos de regadío son «auténticos» sumideros de dióxido de carbono, con el consiguiente efecto positivo sobre la disminución del efecto invernadero por lo que reivindican la importancia de su papel para alcanzar la neutralidad climática de España en 2050.
El regadío aporta oxígeno a la atmósfera por la fotosíntesis de la cubierta vegetal y contribuye también a reducir la erosión y la desertización, mediante el mantenimiento de la capa vegetal en cultivos de riego eficiente, «dos peligrosas consecuencias» que se podrían acentuar por el cambio climático, ha reseñado Fenacore.
Para los regantes, incrementar la regulación hídricaademás de luchar contra el cambio climático ayudaría a fijar la población en las zonas rurales por lo que animan al Gobierno y al resto de los grupos políticos a alcanzar un Pacto de Estado para llevar adelante todas las actuaciones que ya están recogidas en los diferentes planes de cuenca vigentes.
(Fotos: Archivo)