EFE.- Aunque ha reconocido que la inundación no se podía evitar, ha explicado que haber anticipado el desembalse del pantano de Linares a la vista de las predicciones meteorológicas hubiera evitado buena parte de los daños.
Según sus estimaciones, el 60% de las 1.600 hectáreas que abarca la Comunidad de regantes del Riaza se ha inundado y la superficie de cereal se da ya por perdida.
Ha precisado que la zona más afectada es la vega de Fuentecén, en la provincia de Burgos, donde el 90% de la cosecha está aún bajo el agua y el río baja tan crecido que cada vez hay más filtraciones en los terrenos del entorno.
Incluso la carretera nacional 122 a su paso por Fuentecén está parcialmente inundada y desde hace ocho días hay semáforos para dar paso alternativo a los vehículos por un solo carril.
Los regantes pedirán la asistencia técnica de las diputaciones de Burgos y Segovia para poder evaluar con más precisión los daños, aunque están dispuestos a contratar un servicio de peritaje privado para solicitar una compensación por los daños ocasionados.