Según indica la comunidad en la nota, la única medida que se adoptó en ese momento fue la de turbinar 4 hectómetros cúbicos en el pantano de Orellana y abrir Alange, cuando se podría haber tratado este tema con una "mayor profundidad".
La comunidad de regantes asegura que "en ningún momento" se hablara de realizar desembalses de urgencia y se confió en que las decisiones tomadas por la CHG se trasladarían a las comunidades de regantes para mantener al corriente a los agricultores de la cuenca.
Esta comunicación se produjo con una llamada de urgencia el pasado lunes, cuando ya se habían ocasionado "daños importantes" en las infraestructuras, con acequias bajo el agua y otras totalmente derruidas.
Cuando se retire el agua se podrán evaluar los daños, que para la comunidad de regantes, serán "cuantiosos", por lo que no descartan presentar acciones legales contra la "negligente actuación" de la CHG.