Ahora, el Estado, a través de la Confederación Hidrográfica del Duero, pretende recuperarlo de los regantes incrementando el coste del “canon de regulación”, que es uno de los conceptos por los que se paga el agua de riego con el fin de “resarcir al Estado de su inversión en los embalses, así como otros gastos de mantenimiento”.

   ASAJA Salamanca se opone a esta nueva subida de impuestos a los agricultores y anima a los mismos a recurrir a la vía contencioso administrativa para combatirla. Al mismo tiempo, pide a los responsables de la Confederación Hidrográfica del Duero que recapaciten y eliminen esa medida para no acabar con un sector en el que los costes de producción no paran de incrementarse.

   Los profesionales del campo, y en especial los del regadío, están sufriendo en los últimos meses un duro ataque por parte de las Administraciones con las constantes subidas de las tarifas de la luz y ahora, este nuevo “impuesto”, que conlleva una importante pérdida de renta para el agricultor.

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