Sobre todo, "cuando ya existen las conducciones pertinentes para poder materializar la cesión de agua", según el comunicado. Además, se "evitaría una guerra del agua entre regantes de la cuenca cedente y receptora", en un momento en el que los objetivos de déficit público hacen inviable acometer nuevas inversiones en obras de regulación.

    La Federación considera que esta fórmula tiene ventajas inmediatas para los usuarios de ambas cuencas, ya que como contrapartida por ceder temporalmente agua a una cuenca deficitaria, como la del Segura, se obtendrían unos incentivos que podrían destinarse a modernizar regadíos en la cuenca cedente.

    No obstante, para Fenacore, la construcción sostenible de embalses y trasvases intercuencas "sigue siendo una gran asignatura pendiente y la mejor solución" para regular los efectos de la sequía cíclica que sufre España.

    "Esta medida permitiría evitar situaciones como las que se producen año tras año en el Ebro, donde las lluvias provocan con frecuencia inundaciones en la cabecera del río, que obligan a liberar caudal, mientras existe un déficit en la margen izquierda", concluye Del Campo.

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