El conjunto del sector productivo gallego, que representa el 40 por ciento del Estado e integra unas 10.000 explotaciones, había iniciado a las 00:00 horas del martes una huelga de entrega de leche ante la "insostenible" situación de vender la leche por debajo del coste de producción.
Fuentes sindicales explicaron a Efe que el objetivo de la huelga se había cumplido y resaltaron que la iniciativa ganadera se hubiese desarrollado sin incidentes y que esté en vía de alcanzarse el compromiso que se pretendía, por lo que agradecieron también la solidaridad mostrada por el conjunto de la sociedad.
Un portavoz sindical resaltó también la "salida unitaria y conjunta" del sector para la normalización de las entregas, a pesar de que había sectores partidarios de mantener la paralización de las entregas.
No obstante, concedió un "plazo corto" para que se cumplan los acuerdos iniciados con distribución e industria, con la mediación de la Xunta, para resolver una situación que llevaría al sector a su práctica desaparición, con ventas por debajo del coste.
En este sentido, las fuentes sindicales resaltaron que el final de la negociación tiene necesariamente que conllevar una recuperación del precio y se plasme en los contratos a partir de enero.
Este acuerdo, en opinión sindical, debe conllevar la retirada de la leche como producto reclamo en la distribución y la necesidad de refinanciar las deudas de un sector agotado y con necesidad de liquidez para subsistir.
Las fuentes sindicales consultadas señalaron que tiene que haber una salida para el sector, porque hay demanda y lo que se pide es transparencia en el mercado, por lo que expresaron su confianza en que se cumplan los compromiso políticos expresados tanto por la Xunta de Galicia como con el Gobierno central.
Aunque hay alguna comarca en que en las asambleas se manifestaron recelos por la paralización de la huelga, otras fuentes sindicales reconocieron que la mayoría fue partidaria de "suspender" la movilización para ver si se cumple "lo que nos propuso la Consellería".
En cualquier caso, el portavoz sindical apuntó que "no hay muchas alternativas diferentes a la hoja de ruta que se nos presentó" y la huelga "no se puede convertir en un fin en sí mismo".
Por ello, concordó con la necesidad de esperar "15 días" para comprobar que la movilización del sector dio sus frutos y el sector pueda producir por encima de los costes y normalizar las relaciones con industria y comercialización.
Aunque señaló que "la gente no se fía de la industria", el portavoz sindical resaltó que "el preacuerdo con la Consellería está como aval" y ofreció "un voto de confianza" para que sea posible el futuro del sector.