La viabilidad de las explotaciones de ajo está en «entredicho» debido, entre otros factores, a la entrada masiva de producto extranjero, según ha informado este viernes en un comunicado la Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajos de España (ANPCA).
La asociación de productores ha mostrado su preocupación por la situación que atraviesa con el «agotamiento» de los contingentes arancelarios entre los factores más alarmantes, algo que «nunca antes se había producido».
Además, el producto que entra de fuera «no está sometido a las estrictas normas fitosanitarias que deben cumplir los agricultores europeos», ha denunciado la asociación.
A esta situación se suma un aumento «desorbitado» de los costes de producción, consecuencia directa de los bajos rendimientos obtenidos por la falta de materias activas disponibles para combatir plagas y enfermedades, ha precisado.
Asimismo, la asociación ha señalado que el arancel «disuasorio» de 1.200 euros/tonelada establecido por la UE en 2001 se ha quedado «desactualizado» y ya no frena la entrada masiva de producto extranjero, puesto que en España, la inflación acumulada entre 2001 y 2025 alcanza ya un 77%.
Frente a este contexto, los productores han recordado que el ajo no es solo un cultivo estratégico desde el punto de vista económico, sino también social ya que se trata de una producción «muy arraigada» en las zonas rurales, por lo que fija población, genera empleo e impulsa la industrialización de los pueblos.
Por ello, han urgido a las administraciones a un «cambio radical» en las políticas con la actualización del aranceles a niveles «acordes» a la inflación acumulada, la autorización de materias activas mediante un sistema único por zonas de Límites Máximos de Residuos (LMR) y el refuerzo en las aduanas europeas.

Buenos días, me uno a vuestras quejas, todo el sector está igual, aquí desde Almería estás últimas campañas han sido de vergüenza, los precios para los agricultores que no se puede trabajar así, tener que arrancar plantaciones en plena producción, calabacinos a 0.10 céntimos y en las tiendas a 1,78€ y además entrando de Marruecos todo lo que quieren sin control alguno y nadie pone freno a esto, y para colmo lo etiquetan en España como producto propio. Si se sigue permitiendo esto tenemos un gran problema y está ya aquí y todo el mundo mira hacia otro sitio. Tenemos que salir a la calle y dar un golpe en la mesa , ya está bien este sistema corrupto y podrido, todo tiene su precio justo y no tiene un intermediario y una cadena de alimentación a través de los grandes mercados que imponen su forma de trabajo y los precios vergonzosos que deberían aplicarse ellos robar el dinero a los productores. El sector debe parar esto, con los sindicatos o sin ellos si no dan la talla.