El presidente del sector del Aceite de Cooperativas Agroalimentarias de España, Rafael Sánchez de Puerta, ha confiado en que el precio del aceite haya tocado techo y que entre en una senda de estabilidad, después de que el INE haya confirmado que es uno de los alimentos que más se encareció en 2022.

En concreto, según los datos oficiales del Índice de Precios al Consumo (IPC) Armonizado de diciembre, los aceites y grasas elevaron su precio de venta al público un 38,1% en el último año y hasta un 6,3% sólo en diciembre.

Según Sánchez de Puerta, esta subida era «previsible» dentro de la normalidad del sector, por la limitación de la producción derivada de la climatología.

La sequía, ha señalado en declaraciones a Efeagro, está detrás de la caída de una producción, por lo que «si queremos luchar contra la subida del precio del aceite hay que luchar contra la sequía en el olivar y, por ejemplo, aumentar la superficie regable».

Ha llamado la atención sobre la dependencia del precio del aceite de oliva en el mundo de la producción en España, al ser el gran «abastecedor» y la influencia que han tenido en este incremento la subida de costes de «todo», a lo que en 2023 se sumarán inputs como el impuesto al plástico.

En esta línea, la bajada del IVA del 10 al 5% en vigor desde enero para los aceites es bienvenida para aliviar esta situación, si bien «insuficiente».

Con todo, ha señalado que el hecho de ser uno de los alimentos que más se encareció en 2022 provocando un freno en el consumo por «vía precio» responde a la menos disponibilidad y su adecuación a las salidas, lo que le lleva a pensar que los precios ya «han subido los suficiente» y que se estabilizan.

Todo ello, siempre y cuando no haya de nuevo malas noticias sobre las campañas venideras y que la climatología siga siendo adversa y, por ende, mermando la producción.