Ginés Mena / Efeagro
Los precios en origen del aceite de oliva continúan con su tendencia alcista durante los últimos días, mientras que la comercialización se ralentiza en algunas categorías, en un contexto de escasez por el retraso de la cosecha y de menores rendimientos grasos obtenidos de las aceitunas molturadas.
Desde las almazaras de Infaoliva, recuerdan que la recolección está dando sus últimos coletazos en algunas zonas, con una reducción de los rendimientos grasos de los frutos -dos puntos menos en determinadas áreas andaluzas- lo que influirá en la cosecha final.
Pese a la idea de escasez, que podrían anticipar más tensiones de precios, se insiste en que sólo hay un retraso en la producción
Como botón de muestra, sólo en diciembre de 2016, la producción de aceite obtenida en Andalucía era un 38% inferior a la del mismo mes de 2016; del -60% en Comunidad Valenciana; del -38% en Castilla-La Mancha o del -22% en Cataluña, entre otras comunidades autónomas.
Pero Italia, principal cliente de España, también había reducido su producción drásticamente en diciembre, en un -85% respecto al mismo mes de 2016; y Grecia era otro ejemplo, con el 37% menos.
A pesar de estas cifras que dan idea de escasez y podrían anticipar más tensiones de precios, los industriales envasadores y exportadores insisten en que las disponibilidades de esta campaña serán normales y suficientes para atender la demanda, pese al retraso de la recolección, que también ocurrió en otros ejercicios.
Durante el primer trimestre de campaña (de octubre a diciembre de 2016), la producción de aceite de oliva ascendía a apenas 547.200 toneladas, un 38 % menos en términos interanuales.
En enero, podría alcanzarse una cifra mensual récord, con más de 650.000 toneladas de aceite de producción, creen los envasadores, a las que habrá que sumar las cantidades que se obtengan en febrero.
Esta semana se alcanzaban los 3,631 euros/kg en los vírgenes extra y los lampantes a partir de 3,468 euros
Mientras tanto, el mercado en origen está marcado por valores alcistas y, en este contexto, los agentes comerciales colegiados salían a comprar este viernes 3 vírgenes extra desde 3,631 euros/kg; vírgenes desde 3,558 y lampantes a partir de 3,468 euros, según Infaoliva.
Por su parte, el Sistema de Información de Precios en Origen (POOLred) muestra -del 28 de enero al 3 de febrero- un total de 92 operaciones de compraventa entre almazaras y entidades comercializadoras por 7.566,50 toneladas y 3,65 euros/kg de media.
Una semana antes, los intercambios superaron las 18.414 toneladas y rozaba los 3,62 euros por kilo, de acuerdo con este Sistema.
Por categorías, los vírgenes extra repuntan el 0,43 % hasta 3,71 euros por kilo; los vírgenes lo hicieron el 1,90 % hasta 3,64 euros/kg y los lampantes, el 0,40 % hasta 3,47 euros por kilo.
En Italia, los vírgenes extra han escalado más de un 61 % en el último año, y se sitúan ya en 5,83 euros por kilo.
Entre las estadísticas que han ido difundiéndose estos días, destaca la previsión de la Comisión Europea, que apunta que el consumo de aceite de oliva en la actual campaña 2016-2017 ascenderá a 1.378.300 toneladas en la Unión Europea (UE), frente a una producción comunitaria global de unas 1.856.142 toneladas.
Respecto a España, augura una producción de 1.311.317 toneladas, aunque en los tres primeros meses de campaña -de octubre a diciembre- tan sólo se han obtenido 542.956 toneladas.
La Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles advierte un trasvase hacia los «semillas»
El consumo nacional rondará, especifica, las 505.000 toneladas, mientras que los stocks finales estarán en torno a las 301.217.
Asimismo, la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) han publicado sus tradicionales cifras de comercialización a cierre de 2016, que atestiguan un cierto trasvase de consumo hacia los «semillas».
Las salidas de todas las tipologías sumaron 691,77 millones de litros en 2016, el 0,41 % más que en 2015, y de esta cifra, 343,84 millones de litros fueron de vírgenes y olivas refinados (-1,98 %).
En concreto, 155,82 millones de litros correspondieron a la primera categoría (vírgenes, un -0,32 %) y 188,02 millones de litros a la segunda (aceites de oliva refinados, un -1,84 %).
Mejor les fue a los aceites de semillas, cuyas ventas se elevaron a 328,81 millones de litros en 2016, el 2,34 % más que en 2015, sobre todo de girasol (253,25 millones de litros, un +5,13 %).
El aceite de orujo de oliva sigue ganando espacios, con 19,13 millones de litros, el 13,12 % más que un año antes, según Anierac.