Ginés Mena / Efeagro
Los precios del aceite de oliva continúan su senda alcista y se disparan en los últimos días hasta niveles superiores a los 3,5 euros por kilo, aunque en Italia los vírgenes extra superan ampliamente los 5 euros en origen.
Con unas disponibilidades «justas» para atender la demanda en la actual campaña de comercialización, el escenario de precios es alcista en lo que llevamos de mes, marcado además por el debate sobre el panel de cata o test que algunos operadores cuestionan y que abre la necesidad de cerrar cuanto antes la necesaria obligatoriedd de poner las fechas de consumo preferente.
En cuanto a las cotizaciones, el POOLred muestra del 19 al 25 de noviembre unas 53 operaciones por 2.268 toneladas, a 3,46 euros.
Los vírenes extra ya están a 3,52 €/k y los lampantes alanza los 3,16€/k
Esa es la media, porque los vírgenes extra repuntan el 1,58% hasta 3,52 euros/kg; los vírgenes lo hacen un 2,15 % (3,28 euros) y los lampantes mejoran el 2,43 % y se quedan en 3,16 euros por kilo.
La coyuntura en precios para el «oro líquido» es positiva tanto en España -que marca el rumbo- como en los mercados internacionales.
En cuanto a las salidas, la organización agraria Asaja observa «importantes salidas» entre el 18 y el 24 de noviembre para el virgen extra; pero no así en el caso de la provincia de Jaén, «donde hay cierta resistencia en el mercado por dejar salir el producto».
Mientras tanto, el panel de cata o «panel test» vuelve a centrar los debates del sector, después de que envasadores y exportadores (Anierac y Asoliva) decidieran instar a sus asociados a incrementar el control de sus proveedores en la compra de aceites de oliva virgen y virgen extra ante la «subjetividad» de ese método y la «inseguridad jurídica» que ello les provoca -dicen- en el mercado.
La Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva «se opone frontalmente» a que las almazaras asuman más costes para atender los nuevos criterios que exigen los envasadores a los proveedores porque, además, «ralentizarían el comercio».
Pulso entre la validad de los test y la necearia fecha de consumo preferente en el etiquetado
El presidente del consejo sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, apunta que el panel de cata no es el problema, sino la aplicación del mismo.
En su opinión, si un virgen extra es clasificado como tal por un panel reconocido, esta certificación debería tener validez legal.
Porque, ahora, un mismo virgen extra puede pasar por 20 paneles reconocidos que lo clasifican como tal -añade-, pero un posterior control oficial puede dictaminar que tiene una categoría inferior y ahí radica el problema, porque podría sustentar acusaciones.
También apunta que se debe avanzar en las fechas de consumo preferente, y explica: «En España -en breve se publicará una norma al respecto- y otros países productores, se suele aplicar un año».
Las naciones importadoras no cuentan habitualmente con una legislación al respecto y «lo normal es que los envasadores pongan la fecha de consumo preferente que le pide la cadena de distribución», y «eso es un disparate; habría que regularlo», como también las características de los envases para evitar que el producto pierda calidad hasta que el consumidor lo adquiere.
El representante de COAG en la Interprofesional de Aceite de Oliva, Juan Luis Ávila, detalla que su organización es «una firme defensora» del «panel test» porque ahora mismo no hay ninguna otra herramienta para clasificar los vírgenes y vírgenes extra.
Sobre la indefensión que alegan los envasadores y la pretendida subjetividad del panel de cata, Ávila insiste en que el debate debe ser otro y pide que se trabaje para determinar qué fecha de consumo preferente debe ponerse a los aceites para evitar que una mala conservación o almacenamiento deteriore su calidad.
Este asunto es trascendental porque no todos los vírgenes y vírgenes extra se comportan igual con el paso del tiempo, en cuanto al mantenimiento de sus propiedades organolépticas, apunta COAG, que pide asimismo a los envasadores que refuercen su apuesta por los vírgenes -con similares características y parámetros que los vírgenes extra- pero que han desaparecido de muchos lineales.
Para UPA, «el panel test es una herramienta muy importante», más aún cuando «estamos en un momento fundamental en el que el sector de aceite de oliva se esta posicionando como indiscutible líder mundial, gracias al gran trabajo que están haciendo los olivareros».
«Es necesario ser muy cuidadoso en las decisiones que se toman para asegurar ese posicionamiento» y «lanzar al consumidor un claro mensaje: nuestro aceite es de enorme calidad», concluye UPA.
Ajenos a la polémica, el olivar empieza a dar su cosecha y respira con unas lluvias que lo han revitalizado en varias comunidades y lo fortaleza para la próxima campaña.
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