Los países de la Unión Europea (UE) apoyaron este lunes 8 el objetivo de avanzar hacia una producción agrícola más sostenible, pero alertaron sobre el riesgo de que esa transición ecológica perjudique la competitividad del sector europeo y pidieron medidas para evitarlo.
En una videoconferencia, los ministros de Agricultura de la UE debatieron las estrategias “De la granja a la mesa” y «Biodiversidad 2030», presentadas hace dos semanas por la Comisión Europea en el marco del Pacto Verde europeo para lograr una economía neutra en emisiones de CO2 para 2050.
Todos los países respaldaron la necesidad de una producción agrícola y ganadera más respetuosa con el medioambiente, pero a la vez incidieron en que hay que acompañar al sector en esa transición, con ayudas y medidas que eviten que salga perjudicado.
«Valoro las dos estrategias. Están en línea con los objetivos nacionales y estratégicos», dijo el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que sin embargo criticó la «aproximación» de la Comisión Europea sobre la producción en el sector ganadero o cárnico.
Francia consideró que las dos estrategias van «en la buena dirección» e Italia dijo compartir «el espíritu y objetivos» de esta transición ecológica pero defendió «un equilibrio entre la sostenibilidad y la competitividad».
El comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowsk, señaló al término de la reunión en rueda de prensa que hay «apoyo» de los ministros, aunque «también preocupaciones» porque esta transición ecológica «es un gran reto para los agricultores».
Añadió que la aplicación de ambas estrategias requerirá «la financiación adecuada» y confió en que salga adelante la nueva propuesta comunitaria para el presupuesto 2021-2027, que plantea 26.400 millones de euros más que en 2018 para el sector agrícola y ganadero.
Muchos ministros pidieron a la UE que, para evitar que los europeos salgan perjudicados, se exijan también estrictas condiciones de producción a las importaciones agroalimentarias procedentes de terceros países.
Planas se refirió durante el debate a los costes que implicará alcanzar los objetivos de reducción de pesticidas, fertilizantes o antibióticos para el ganado, «que pueden dañar la competencia» si las importaciones a la UE no están sujetas a esos requisitos. «Confiamos en que el principio de reciprocidad será finalmente aplicado», dijo el ministro.
Francia pidió por su parte un estudio de impacto sobre esos objetivos.
Los llamamientos a «premiar y no penalizar a los agricultores», que durante la pandemia de COVID-19 han garantizado en todo momento el suministro alimentario y la realización de estudios de impacto previos fueron también mencionados por buena parte de los países.
También muchas delegaciones, como Francia, Italia o Austria, defendieron que no se exija el mismo nivel de esfuerzo a los productores que ya han empezado a reconvertirse y a apostar por esta transición ecológica, que a quienes todavía no han comenzado.
Sobre la producción ganadera, el comisario dijo en rueda de prensa que la intención de Bruselas es apoyar métodos de producción alternativos que introduzcan altos estándares.
También se refirió al objetivo de reducir las emisiones en el transporte de productos agroalimentarios en la UE. «Hay que reducir la distancia de la granja a la mesa. Ahora la media son 180 kilómetros», dijo el comisario, que subrayó la intención de Bruselas de apoyar a los agricultores locales.