Soriano ha reiterado que el veto ruso afecta al 0,6% de las exportaciones manchegas, lo que se traduce en unos 10-11 millones de euros, y que Bruselas está poniendo medidas compensatorias para el campo sobre la mesa.
A su juicio, las pérdidas no son elevadas "en sentido macroeconómico", pero la Administración regional considera importante que se pongan en marcha estos mecanismos de regulación, como las "retiradas", para evitar perjuicios al sector agroalimentario.
Ha recordado que, tras conocerse el veto ruso, la Consejería se puso en contacto con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) y con la Comisión Europea para que "se agilizaran" la puesta en marcha de medidas de apoyo para que no se vieran afectados los agricultores y ganaderos manchegos.
La Unión Europea ha arbitrado hasta la fecha mecanismos de retirada de frutas -como melocotones y nectarinas- y de hortícolas, y más tarde para el lácteo, ha precisado Soriano.