EFE.- La cosecha de aceituna, para su posterior molturación, es especialmente buena en los pueblos de Arribes del Duero, ya que "le vino muy bien la lluvia de principios de otoño, justo cuando se estaba empezando a arrugar por la sequía", ha explicado el gerente de la almazara de Ahigal de los Aceiteros (Salamanca), Carlos González.
Hasta la fecha, desde hace casi un mes, los olivareros se han dedicado a recolectar la aceituna de mesa, sobre todo los de la Sierra de Francia.
En pueblos salmantinos como Valdelageve, Sotoserrano o Lagunilla, todos entre las sierras de Francia y de Béjar, hay alrededor de 200 olivareros, que estos días están concluyendo la cosecha de la aceituna de mesa.
Según los propietarios de los olivares, situados todos en zonas de montaña y en bancales, el precio que se paga apenas da para los gastos, ya que en esta campaña el precio inicial era de 45 céntimos por kilo y en los últimos días lo han rebajo hasta los 29 céntimos.
La aceituna de mesa de la provincia de Salamanca tiene como destino las empresas manufactureras de la provincia de Cáceres.
Para la molturación del aceite, en la provincia de Salamanca hay tres almazaras, situadas en Sotoserrano, en la Sierra de Francia, Ahigal de los Aceiteros y Aldeadávila de la Ribera, estas dos últimas en el Parque Natural Arribes del Duero.
La única almazara que elabora aceite bajo el marchamo de "ecológico" es la de Ahigal de los Aceiteros que, según ha anunciado este sábado, comenzará su campaña de molturación el próximo 16 de noviembre.
El aceite ecológico que elabora esta almazara, con la variedad autóctona zorzal de arribes, ya se ha comercializado en México, Brasil, Panamá, Francia, Reino Unido, Alemania y Ucrania.
"De la que hemos elaborado la pasada campaña sólo nos quedan 2.000 litros, por lo que acabaremos la campaña con todo el aceite vendido", ha explicado Carlos González.
A la V Feria del Aceite que se celebró este fin de semana en Vilvestre (Salamanca) también han acudido productores de Portugal, una actividad con mucho potencial en toda la zona bañada por el Duero y donde se recoge, sobre todo, la variedad conocida como negrinha, equiparable a la manzanilla cacereña.
Los olivareros portugueses también han coincidido en la buena campaña de este año, tanto por la calidad como por la cantidad de fruto.