La pasada ola de calor y la falta de lluvias están afectando la campaña de la aceituna de mesa que comenzará a recogerse a mediados de septiembre, por lo que los olivareros ya comienzan a corregir a la baja sus previsiones de producción en un año que prometía ser bueno.

El vicepresidente de la Organización Interprofesional de la Aceituna de Mesa (Interaceituna), Antonio Rodríguez, ha explicado a Efeagro que el sector tenía grandes esperanzas en esta campaña, ante la inminente resolución del procedimiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre los aranceles de EEUUpara la aceituna negra.

«Se han quitado los aranceles de EE.UU. para la aceituna verde y para la negra están a punto de desaparecer, según nuestras informaciones», ha indicado antes de añadir que ahora se enfrentan a un «problema gravísimo» como consecuencia de la última ola de calor, «bien llamada Lucifer», que ha sido como un «horno» para los olivos.

Este anticiclón subtropical ha agravado el estrés hídrico de los olivos de aceituna de mesa, de los que el 85 % se encuentra en Andalucía, sobre todo en la provincia de Sevilla, donde la falta de precipitaciones y la vecería ya hacía pronosticar una «cosecha media-baja» para esta campaña.

Según Rodríguez, que también es el responsable estatal de aceituna de mesa de la organización agraria COAG, los primeros aforos de la campaña 2021 se situaban en 500.000 toneladas, por debajo de la media de los últimos cinco años (540.000 t), pero, ahora, «si no se remedia la situación meteorológica, podría bajar a unas 400.000 toneladas».

Ha explicado que «el único remedio es el agua, que llueva», porque la pluviometría en las zonas productoras ha bajado un 30 % este año respecto a los niveles considerados normales y los pozos auxiliares con los que se riega el 20 % de las hectáreas de aceituna de mesa están en niveles mínimos.

La situación de sequía -ha añadido- se ha agravado por este «verano atípico», ya que «la blandura o relente (rocío) suele caer en agosto y ayuda a madurar la aceituna, pero este año ha sido al revés, en julio».

A pesar de ello, Rodríguez confía en que en la primera quincena de septiembre, justo antes del verdeo, las precipitaciones asomen en el campo y, «el daño casi irreversible de Lucifer, muy contundente porque ha arrugado la aceituna de alguna parcela», alivie la situación, ya que la mayoría de la producción está en buen estado.

FIJACIÓN DE COSTES DE PRODUCCIÓN

El vicepresidente de Interaceituna ha avanzado que el 24 de agosto las organizaciones agrarias y las cooperativas se reunirán con el secretario de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Junta de Andalucía, Vicente Pérez, que presentará un estudio sobre los costes efectivos de producción de la aceituna de mesa de cara a los contratos de la próxima campaña.

El sector está expectante, ya que no hay ningún informe actualizado al respecto -ha señalado-, pero aún no se sabe su contenido y si se va a renovar para cada campaña, como así defiende la parte productora, con ajustes acordes a la evolución del IPC.

A pesar de ello, Rodríguez se ha mostrado convencido de que «los precios en origen estarán esta campaña por encima de los costes de producción, porque hay mercado».

Rodríguez ha aprovechado para reclamar de nuevo que en el etiquetado de los envases de aceitunas sea obligatorio precisar el origen del fruto, ante la creciente competencia de otros países productores como Egipto, donde el coste de un jornal es de dos euros, frente a los 60 euros de la peonada en el olivar

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