Con la colaboración de los investigadores del IAS-CSIC Francisco Villalobos (Doctor Ingeniero Agrónomo y Catedrático de Agronomía en la Universidad de Córdoba) y Luca Testi (Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Bolonia (Italia) y Doctor Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Córdoba) y la iniciativa de los citricultores, ASAJA Córdoba ha presentado los estudios que se adjuntan.
Los naranjos de la Vega del Guadalquivir de Córdoba secuestran anualmente la cantidad de 105.000 toneladas de CO2, esta contrarrestaría la quema de 40 millones de litros de combustible equivalente al combustible que consumirían 53.000 turismos de Córdoba. Para el caso de Andalucía serían 792.416 toneladas de CO2 que contrarrestarían 302 millones de litros de combustible, el consumo anual de 400.000 turismos.
Aunque los precios de las naranjas hayan tenido un repunte estas últimas semanas, el sector cítricos lleva dos campañas consecutivas con crisis de precios, causados principalmente por la mala distribución de la cadena de producción, que atentan gravemente contra la rentabilidad de las explotaciones. Si el 50% de las hectáreas de naranjos desapareciesen y, consecuentemente, el carbono fijado fuese devuelto a la atmósfera debido a la quema de la madera, en Andalucía supondrían 6.000.000 de toneladas de CO2, lo que equivaldría a volver a cifras de secuestro de carbono que había hace unos 10 años.
Es por ello, que ASAJA Córdoba quiere dar a conocer la importancia desde el punto de vista medioambiental, sin hablar del económico y social, que las plantaciones de naranjos así como resto de cultivos permanentes tienen. Al hilo de este tema y ante la Reforma de la PAC, ASAJA Córdoba quiere mostrar su insatisfacción sobre el acuerdo del último Consejo de Ministros de la UE del pasado 18 de marzo en el que se aprobó considerar como superficies de interés ecológico para la equivalencia “ipso facto” del pago que supondría el 30% del presupuesto Europeo para pagos directos, “Greening”, las plantaciones con densidades menores de 250 árboles/ha.
La realidad del campo andaluz es que las plantaciones de cítricos tienen densidades de hasta 450 árboles/ha en el caso de los cítricos y de hasta 700 árboles/ha para el caso de frutales, así como olivares de mas densidad muy habituales y la viña.