Coveney explicó que el nuevo texto ha conseguido un "amplísimo apoyo del Consejo" y destacó que sólo una delegación no ha dado su apoyo.
"Estamos en vísperas de un importantísimo acuerdo final de la PPC, porque se trata de una reforma fundamental sobre cómo pescamos y porque nos vamos a comprometer siempre en aplicar un esfuerzo pesquero basado en el rendimiento máximo sostenible (RMS, índices de mortalidad por pesca a niveles que permitan la recuperación de las poblaciones en 2020), en el asesoramiento científico", dijo.
En el RMS confirmó que, además del factor de la mortalidad, se ha añadido el de la biomasa (cantidad de peces en un caladero).
También subrayó que habrá una nueva obligación para desembarcar todas las capturas y prohibir los descartes, y que habrá nuevas herramientas prácticas de gestión para que la industria "lo pueda hacer".
Sobre las especies pelágicas, la fecha de entrada en vigor será, "a más tardar, el 1 de enero de 2015". La regla de minimis, los descartes que estarán permitidos, se situarán en el 5 % y no en el 7 % como quería el Consejo en un principio (el PE la quería situar en el 3 %).
Además, la reforma añadirá nuevas medidas sobre tomas de decisión a escala regional, sobre los esfuerzos de pesca, e "introducimos un enfoque mucho más sensible sobre la capacidad de las flotas para garantizar que su volumen corresponda con la cantidad de peces disponibles para pescar", apuntó.
Coveney dejó claro que no va a "llamar de nuevo a la puerta del Consejo" para recabar un nuevo mandato antes del fin de su presidencia, que concluye al final de junio -ese mes lo dedicará a intentar cerrar la nueva Política Agrícola Común (PAC)-, por lo que instó a lograr el acuerdo con el PE en esta oportunidad.
El Ministerio español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente indicó en un comunicado que la regla de minimis será de 7 % los dos primeros años de aplicación de la reforma, del 6 % los dos siguientes y del 5 % a partir de entonces, y subrayó que no habrá limitación por barco o por marea, algo que preocupaba a España.
Además, todas las excepciones y flexibilidades relacionadas con la obligación de desembarque entrarán en vigor de manera simultánea con la obligación de evitar los descartes.
La delegación española señaló que una condiciones más rígidas podrían haber alterado la estabilidad relativa (el reparto de cuotas de la UE), y paralizado a unos 40 barcos que, pescando gallo y rape en aguas como Gran Sol, encuentran a veces capturas de pequeños pelágicos como el ochavo, de muy poco valor pero que dañan todo lo que viene a bordo por su rápido deterioro y putrefacción.
En relación con la capacidad pesquera, el Ministerio español afirmó que la Comisión Europea elaborará informes de análisis del equilibrio entre flota y recursos, así como planes de acción para aquellos segmentos de flota que lo requieran.
Y si no se cumplen los objetivos, se suspenderán las ayudas comunitarias a las inversiones en buques incluidos en dichos segmentos, precisó.
Por último, el Ministerio se mostró satisfecho con que, por primera vez desde que existe la PPC, las almadrabas españolas serán incluidas en la definición de buque pesquero, por lo que "serán unidades pesqueras a todos los efectos".