Los ataques de los lobos son cada vez más numerosos y cercanos a los núcleos de población. Así lo asegura Pedro Luis de la Vega, un joven ganadero de Pendes (Cillorigo de Liébana), que desde el pasado día 12 ha perdido 46 de las 91 ovejas que integraban su rebaño. El ganadero desarrolla su actividad en la zona de Valmenor, en el término municipal de Potes y muy cerca de la villa, según recoge Pedro Alvarez en diariomontanes.es.
Pedro Luis de la Vega está «desesperado» por la situación que está viviendo. «En quince días he sufrido cuatro ataques de los lobos a escasos metros del casco urbano de Potes. El viernes, encontré diez ovejas muertas, ha desaparecido una, y algunas están heridas». «En los primeros ataques me mataron los corderos», explica. «Poco a poco me estoy quedando sin ganado», reconoce impotente el ganadero, que pide a la Administración que «controle las poblaciones actuales del lobo en la comarca, ya que no solo es aquí donde están matando el ganado y esto se nos va a ir de las manos».
«La situación en la que queda mi explotación es para replantearme si seguir en esta actividad me merece la pena»
El ganadero, ante las bajas sufridas, ha decidido meter en la cuadra de su propiedad al resto del rebaño. «Ahora –comenta– tengo que echarlas de comer todos los días con el gasto que eso supone. He perdido corderos de este año y ovejas. Estoy hundido porque la situación en la que queda mi explotación es para replantearme si seguir en esta actividad me merece la pena. Los que defienden al lobo tienen que saber lo que siente un ganadero al contemplar sus animales muertos. No hay palabras para definirlo».
Esto es Cantabria
Como cualquier especie, incluida el Homo Sapiens, el lobo se acostumbra a la comida fácil.
Amigo Pedro Luis, si tus ovejas siguen en el mismo sitio y les haces el mismo caso, el lobo seguirá volviendo a comer. ¿A qué esperas?