La Unidad de Toxicología de Ciencias Clínicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria descubrió que todos los huevos examinados -salvo dos, uno de corral y uno ecológico- presentaban niveles de ese tipo de contaminantes inferiores al límite que determina la Unión Europea para proteger al consumidor.
Los autores del estudio constataron que, a diferencia de otros trabajos realizados en el norte de Europa, la presencia de contaminantes OCP o PCB en los huevos canarios es muy similar, sea cual sea el método de producción de la granja.
Además, constatan que son seguros para la salud: "El aporte de los huevos producidos en Canarias como fuente de contaminantes organoclorados puede considerarse despreciable, con independencia del tipo de huevo elegido por el consumidor".
Una gran diferencia en los contaminantes PAH
No obstante, los investigadores destacan como hallazgo más importante de su trabajo las diferencias que aprecian en la presencia de contaminantes PAH (hidrocarburos aromáticos policíclicos), que son carcinógenos y mutágenos.
Partiendo de su premisa de que la presencia de ese tipo de contaminantes está por debajo de lo tolerado por la UE, la Unidad de Toxicología de la ULPGC ha descubierto que la concentración de sustancias de este tipo en huevos de granjas convencionales, donde las gallinas están enjauladas, es cuatro veces superior a la observada en las gallinas de corral y de granjas ecológicas.
"En función de la elección que realice el consumidor, la exposición a estos contaminantes tóxicos se modifica sensiblemente, siendo mucho menor cuando se consumen huevos ecológicos o huevos camperos", concluyen los responsables de este informe.
Este trabajo está firmado por los investigadores Octavio Pérez Luzardo, Ángel Rodríguez Hernández, Yohana Quesada Tacoronte, Norberto Ruiz Suárez, Maira Almeida González, Luis Alberto Henríquez Hernández, Manuel Zumbado y Luis Domínguez Boada.
(Foto: xert.olx.es)