En el decreto ley aprobado el pasado 20 de diciembre de medidas para favorecer la contratación estable y la mejorar la empleabilidad, aclara que a efectos de las aportaciones económicas por despidos de mayores de 50 años sólo se tendrán en cuenta los resultados obtenidos en España por las empresas que integren el grupo.
No se trata del primer cambio introducido por el actual Gobierno, ya que en octubre de 2012 decidió ampliarla a las empresas con más de 100 trabajadores, cuando inicialmente se planteó para las empresas con plantillas superiores a 500 empleados.
La norma está en vigor para todos los expedientes iniciados desde el 27 de abril de 2011 e implica que las empresas con resultados positivos en España tienen que pagar las prestaciones contributivas por desempleo y sus cotizaciones, así como los subsidios a los que tengan derecho los trabajadores despedidos de más de 50 años.