Varias decenas de ganaderos y responsables del sindicato Unións Agrarias (UU.AA) se concentraron este martes 23 ante un hipermercado de la cadena Lidl en Lugo para reclamar “soluciones a la situación de emergencia de los productores de vacuno de carne de la provincia por “la caída del precio de la carne en origen y el cierre de canales de comercialización”.
En declaraciones a Efeagro, el responsable de Produccións Extensivas de UU.AA, José Ramón González, aseguró que en estos momentos la “ganadería extensiva” en “zonas desfavorecidas o de montaña” está “en serio riesgo”, porque las explotaciones están produciendo “por debajo de los costes de producción”.
LA REBAJA DEL PRECIO EN ORIGEN “EN NINGÚN MOMENTO SE HA TRASLADADO AL CONSUMIDOR: UN KILO DE CHULETAS SE VENDE A 16 EUROS EN LOS LINEALES”
Desde su punto de vista, la “industria” inició una “maniobra especulativa” nada más “empezar la pandemia”, porque aplicó una rebaja del precio de la carne en origen, cifrado por el sindicato entre “un 25 y un 30%”, con el argumento de que al permanecer cerrados los locales de restauración tenía dificultades para “vender las partes más nobles del animal, como el chuletero, que son las que tienen un mayor valor comercial”. Gracias a esa decisión, partes del animal, en este caso las más valiosas, prácticamente “le salen gratis a la industria con esa rebaja del precio” en origen.
Sin embargo, dijo José Ramón Gónzalez, esa rebaja del precio en origen “en ningún momento se ha trasladado al consumidor” y es “un insulto a la inteligencia” ver como los ganaderos venden “por debajo de costes de producción”, mientras “un kilo de chuletas se vende a 16 euros en los lineales”.
González precisó que el sindicato decidió hacer esta concentración ante una de las tiendas de Lidl porque en esta cadena no encontraron “ni una sola referencia de carne gallega”.
“Es necesario garantizar la viabilidad de las explotaciones de vacuno de carne, que normalmente están situadas en las zonas más debilitadas” desde el punto de vista económico, y tomar conciencia de que el futuro del sector pasa “por la certificación del producto” para acreditar su calidad y obtener un mayor valor de venta.
Quizás sea necesario jugar a la contra de los manipuladores de los precios y formar cooperativas de venta directa para acabar de una vez con los intermediarios «chupopteros» y grandes superficies exprimidoras de los productores. Hay que organizarse y resolver de raíz este endémico problema.