El reto es conseguir reciclar los nutrientes de los materiales residuales de la producción de biogás, reducir las emisiones asociadas al transporte de los mismos para su uso agrícola y producir fertilizantes sin consumo de combustibles fósiles, a partir de deyecciones ganaderas y otros restos orgánicos procedentes de la agroindustria.

    El proyecto Digesmart está formado por socios de cuatro países: Enerbiom (Francia), Universidad de Turín-Grupo Disafa (Italia), SATA (Italia), Biogás-E (Bélgica) y Ainia centro tecnológico (España).

    Financiado por la Unión Europea bajo el programa ECO-Innovation, las actividades técnicas finalizarán en tres años, con la instalación de nueve unidades de tratamiento en Europa.

    Enerbiom propone una tecnología de recuperación de nutrientes que permite adaptar la solución de tratamiento de los materiales residuales de la producción de biogás, conocidos como digerido, a las necesidades de los agricultores, tanto en términos de capacidad, superficie disponible de aplicación como de costes de tratamiento.

    Mediante el aprovechamiento del digerido, en lugar de fertilizantes de síntesis, es posible realizar un ahorro energético, limitar el consumo de combustibles fósiles y reducir la huella de carbono.

    La primera instalación de estas tecnologías desarrollada por Enerbiom estará en una planta de biogás agro-industrial en el norte de Francia debido al exceso de deyecciones ganaderas de esta área y al importante problema de la polución de los acuíferos.

    Las tecnologías son aplicadas al digerido en bruto (separación del digerido en fracción sólida y líquida, mediante el uso de centrífuga) así como a la fracción líquida del digerido ("stripping" y secado solar).

(Foto. Archivo www.ecogestos.com)

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