En cambio, las ayudas para comprar nuevos animales se convocarán a finales de año porque, tal como sostiene Ganadería, "se precisa un tiempo" para convocarlas.
Respecto al importe de esas ayudas de reposición, la Consejería ha explicado que las determina el Estado, no la comunidad autónoma, y deben recibir además la autorización de la Unión Europea.
Desde el sindicato UGAM-Coag, su secretario general, Gaspar Anabitarte, ha indicado a Efe que esas ayudas para reposición de ganado son "muy insuficientes" y ha abogado por sustituir los tres baremos actuales por una única cuantía fija por animal.
Y el portavoz de Asaja, Raúl Guillarón, ha añadido que las indemnizaciones por los vacíos sanitarios se tardan en pagar hasta seis meses, algo que "no puede ser".
Respecto a la situación actual de la enfermedad, la Consejería sigue a la espera de los resultados del laboratorio sobre los tres últimos animales que dieron positivo, y cuando se tengan los datos informará de si se ha aislado o no la bacteria. A la espera de esos resultados, Ganadería está realizando análisis en municipios próximos al área afectada por el brote de brucelosis.
Según han explicado los sindicatos ganaderos, se están analizando ahora explotaciones de Rionansa y se seguirá con las de Cabuérniga y Los Tojos.
En principio, la idea que les ha trasladado la Consejería es que "las sensaciones son buenas" y parece que no va a ir a más, ha comentado el portavoz de Asaja.
Y aunque no se puede decir aún que el foco está "controlado", el secretario de UGAM considera "esperanzador" que, por los datos obtenidos hasta ahora, el foco no se haya extendido a otras áreas.
Pese a ello, sobre la mesa se ha puesto el debate de la vacunación, que de momento no parece una opción clara. La Consejería ha precisado que tendría "grandes repercusiones, y no todas positivas", sobre la cabaña ganadera cántabra.
Así, ha explicado que no se puede vacunar solo por municipios, sino por comarcas, y los animales vacunados solo podrían destinarse a matadero o a los cebadores que aceptan ganado vacunado, que apenas hay en España.
Con esas limitaciones, Asaja no ve "viable" la vacunación, por las pérdidas económicas que supondría para las explotaciones, que se verían "estranguladas". "Los vacíos sanitarios matan las vacas, pero la vacunación mata al ganadero", ha argumentado Guillarón.
Por su parte, el secretario general de UGAM, cree que si se mantiene la situación actual no es necesario vacunar, pero si se extiende la enfermedad, apoyarían la medida, a pesar de ese impacto económico para el sector.
En cualquier caso, por si fuera necesario acudir finalmente a la vacunación, este sindicato ha pedido a la Consejería que vaya preparando el terreno para pedir una modificación de la normativa que flexibilice esas limitaciones al movimiento de ganado vacunado.
Al margen de la situación de la brucelosis, en la reunión de hoy también se ha hablado de las ayudas de 2013 y de la negociación de la nueva Política Agrícola Común (PAC). En este sentido, Asaja ha pedido que se haga un frente común en Europa para defender las ayudas a la ganadería (tanto de vacuno como de leche) que, a su juicio, "salen bastante perjudicadas" en la reforma de la PAC.
Por último, en la reunión se ha informado a los sindicatos ganaderos de las ayudas que gestionará este año la Consejería y se ha explicado que en breve se pagarán las ayudas a la calidad de la leche del año 2012.