La Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE)ha critica la decisión del Parlamento Europeo de reducir los límites de cadmio en los fertilizantes con fósforo, que no ven científicamente justificados y que podría perjudicar a la agricultura generando una reducción y encarecimiento de la oferta de dichos fertilizantes.
Como se recordará, el pasado 24 de octubre se han votado en sesión plenaria del Parlamento Europeo las enmiendas al proyecto de Reglamento sobre productos fertilizantes, entre las que se han acordado la mejora de algunas definiciones, el establecimiento de niveles mínimos más altos de nutrientes y nuevos criterios de solubilidad para los fertilizantes fosfatados.
Los fabricantes advierten de que con estas medidas se afrontará mayores costes de sus insumos y una pérdida de competitividad
La Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE) lamenta la postura del Parlamento, aprobada por escasa mayoría, sobre los límites de cadmio en los fertilizantes con fósforo (60mg Cd/kg P2O5 a la entrada en vigor de la legislación, 40mg/kg en seis años y 20 mg/kg en dieciséis años).
Tanto ANFFE, como la Asociación Europea de productores de fertilizantes (Fertilizers Europe), consideran que los límites aprobados en el Parlamento Europeo son absolutamente innecesarios, no están científicamente justificados y podría afectar de forma muy negativa a los fabricantes europeos de fertilizantes con fósforo (simples y complejos), generando una reducción y encarecimiento de la oferta de dichos fertilizantes en Europa y una mayor dependencia del exterior.
Por consiguiente, ANFFE considera que «la decisión del Parlamento Europeo es claramente contraria a los intereses generales de la agricultura europea, que afrontará mayores costes de sus insumos y una pérdida de competitividad frente a la producción agrícola de otras zonas geográficas».
Por su parte, el Consejo de Ministros tiene ahora que acordar su postura sobre el cadmio, que se llevará a las próximas negociaciones a tres bandas entre el Consejo, el Parlamento y la Comisión. Los fabricantes reconocen que la Administración española está trabajando «para poder consensuar con el resto de Estados Miembros una posición común que defienda la agricultura y el mantenimiento del sector español de fabricantes de fertilizantes, el cual genera una gran riqueza a nuestro país, crea numerosos puestos de trabajo y contribuye de manera indispensable a la producción agrícola española, una de las bases fundamentales de nuestra economía».