La Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (Anffe) considera que un recorte injustificado en el uso de estos productos, tal y como postula el Pacto Verde, podría hacer insostenible la agricultura en amplias zonas de España con bajos rendimientos, porque su rentabilidad sería demasiado escasa con una reducción del uso de fertilizantes.
En una entrevista con Efeagro, el director técnico de esta organización, Yago Delgado de Robles, ha puesto como ejemplo el sector del cereal, una producción de la que España ya es deficitaria, ya que necesita importar entre diez y 15 millones de toneladas cada año.
Delgado de Robles ha explicado que la reducción del uso de fertilizantes en un 20 % para 2030 como ha anunciado Bruselas aumentaría la dependencia exterior, reduciría la calidad de los productos y crearía una desventaja competitiva a los agricultores respecto a las importaciones de países terceros.
EN LUGAR DE RESTRICCIONES, DEBERÍA «PROMOVERSE SU MEJORA Y FOMENTAR LA APLICACIÓN DE LOS FERTILIZANTES MÁS EFICIENTES Y EN LAS DOSIS ADECUADAS”
«Desde Anffe consideramos que este planteamiento se ha llevado a cabo sin haber elaborado previamente una evaluación suficiente del impacto que ello generaría, tanto en el sector como en la sociedad», ha sentenciado.
A su juicio, en lugar de posibles restricciones para una reducción del uso de fertilizantes, debería «promoverse su mejora, fomentar la aplicación de los fertilizantes más eficientes y en las dosis adecuadas a cada momento del desarrollo vegetativo y su aplicación de la manera más eficaz posible».
Ha recordado que un estudio realizado por una treintena de investigadores internacionales que publicó la revista Nature en 2018 constata que un mayor rendimiento agrícola implica un coste ecológico menor, ya que genera menos emisiones por kilogramo de cosecha que otros sistemas de producción.
Y es que -ha apuntado- si la población crece un 25 % hasta 2050, tal y como prevé la ONU, «no podemos prescindir de una agricultura productiva» y a la vez «sostenible», porque los fertilizantes, «aportados de manera racional, son una inversión para el agricultor porque mejora la rentabilidad de sus explotaciones».
Anffe, que está preparando sus alegaciones al borrador de real decreto sobre la nutrición sostenible en los suelos que elabora España para adecuar la legislación nacional a las últimas normativas comunitarias, cifra en cinco millones de toneladas las ventas de fertilizantes en 2019, una cifra ligeramente menor que la de 2018.
Este año, marcado por la crisis de la covid-19 pero con una climatología aceptable, la producción y el consumo «no han sufrido por ahora cambios significativos, con una caída del consumo del 2 %» y una demanda que, pese a la menor actividad comercial, se ha mantenido similar, con 3,45 millones de toneladas entre enero y septiembre.
INVESTIGACIÓN Y NUEVOS PRODUCTOS
Con motivo de la celebración el pasado 13 de octubre del Día Mundial de los Fertilizantes, unos productos industriales que nacieron tras el invento de Haber-Bosch sobre la síntesis del amoniaco en 1909, Delgado de Robles ha repasado los últimos avances en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) del sector.
Las últimas investigaciones pasan no por una reducción del uso de fertilizantes sino por abonos más específicos, adaptados a las necesidades de los diferentes tipos de cultivo como las nuevas líneas con inhibidores de la nitrificación, antiapelmazantes, estabilizantes y productos para su recubrimiento.
Se dirigen también las investigaciones hacia la mejora en el diagnóstico nutricional de los cultivos y suelos y una mayor precisión en la recomendación de abonado, así como al desarrollo de productos o técnicas para la mejora de su eficiencia y al empleo de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) para optimizar su aplicación.
Respecto a la contaminación del agua del Mar Menor (Murcia), ha explicado que las explotaciones de alrededor están dedicadas al cultivo intensivo de fertirrigación, con un modelo de agricultura altamente tecnificado que cuenta con sistemas de reciclado de las aguas de riego, lo que conduce a una minimización de los vertidos.
Delgado de Robles ha lamentado que Ley de recuperación y protección del Mar Menor aprobada este año prohíba la aplicación de mineral de fondo con nitrógeno, ya que a su juicio supondrá «un grave perjuicio que llevará un cambio en los planes de las explotaciones y a un descenso de las producciones agrícolas».
«Sería muy importante que sí se permitiese, aunque fuese bajo prescripción técnica, tal y como se ha establecido para otros fertilizantes, porque, de no ser así, pondrá en serias dificultades a una de las agriculturas más desarrolladas e importantes de Europa».
pues por lo que dicen ls fabnricantes, precisamente al usar menos fertilizantes se ahorra, pero de ls suyos claro, que fertilizantes hay de muchos tipos…Si esto d ls fertilizantes no está claro que sirvan d verdad…no son abono…
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