La Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE), formada por los principales fabricantes de fertilizantes con actividad en España, ha suscrito los comentarios y las propuestas de la asociación europea Fertilizers Europe, que considera que la estrategia  “De la Granja a la Mesa” de la UE no debería limitar el uso de fertilizantes y que en su lugar deberían tenerse en cuenta aspectos tales como las mejores prácticas de fertilización, la difusión de tecnologías y los servicios de apoyo al agricultor, la utilización de fertilizantes especiales que mitiguen las pérdidas de nitrógeno y de fertilizantes diseñados para cultivos específicos o el empleo de métodos de agricultura inteligente y de herramientas avanzadas de diagnóstico.

Los fertilizantes son indispensables para la producción agraria y para la salud humana y sin su aporte la producción agrícola se reduciría drásticamente y los suelos se agotarían, ya que los nutrientes que se consumen en la cosecha deben ser restituidos periódicamente. Los fertilizantes minerales ayudan a optimizar los rendimientos de los cultivos, a mantener los suelos sanos y fértiles a largo plazo y a lograr una producción sostenible de alimentos de buena calidad, teniendo en cuenta que gracias a su uso actualmente es posible alimentar a la mitad de la población mundial.

una significativa reducción del aporte de nutrientes puede tener en el futuro unas consecuencias muy perjudiciales para la fertilidad del suelo

Si los rendimientos de la producción agrícola en la UE se reducen, algo que se debe evitar tras haber quedado demostrado más aún el papel fundamental del sector agrario durante la crisis del Covid-19, se puede provocar un aumento de la superficie cultivada no regulada en terceros países, donde se hace un uso menos eficiente de los recursos, lo cual generaría un mayor impacto ambiental a nivel global. Además, la utilización de fertilizantes minerales contribuye a la captación de carbono y a la mitigación del cambio climático.

La aplicación europea de fertilizantes minerales ha disminuido en los últimos años, por lo que limitar el uso de fertilizantes y una reducción del aporte de nutrientes puede tener en el futuro unas consecuencias muy perjudiciales para la fertilidad del suelo, el rendimiento de los cultivos y los ingresos de los agricultores. En su lugar, para lograr reducir las pérdidas de nutrientes al medio ambiente manteniendo al mismo tiempo la producción agrícola, ANFFE apoya a Fertilizers Europe, que propone lo siguiente:

  • Mejorar la Eficiencia en el Uso del Nitrógeno (NUE) adaptando el sistema de cultivo al tipo de suelo y a las condiciones climáticas, seleccionando los momentos óptimos de aplicación de los fertilizantes, utilizando nuevas tecnologías de agricultura de precisión y aplicando fertilizantes especiales, que mitiguen las pérdidas de nitrógeno. Aunque el NUE ha ido mejorando en los últimos años, se propone seguir optimizando la eficiencia y tener más en cuenta las diferentes condiciones.
  • Aumentar simultáneamente la eficiencia en el uso del fósforo, debido a las interacciones que tiene con el nitrógeno. No obstante, a diferencia del nitrógeno, no existe una metodología para evaluar la eficiencia del uso de fósforo, por lo que la Comisión debería dedicar recursos para su desarrollo.
  • Adoptar un enfoque adaptado a los diversos climas, suelos y sistemas agrícolas de la UE, de manera que no se perjudique el desarrollo de la agricultura en ninguna zona al limitar el uso de fertilizantes. La agricultura de la UE es diversa, variando mucho la cantidad de nutrientes aplicados por unidad de superficie, por lo que un objetivo de reducción arbitrario fijo iría en contra de los principios de la nutrición vegetal y pondría en riesgo la productividad y rentabilidad de los agricultores.
  • Contemplar medidas específicas a nivel de explotación en la futura PAC post-2020, incluyendo requisitos sobre planes de manejo de nutrientes en la explotación. La herramienta “Farm Sustainability Tool for nutrients” (FaST), que se está desarrollando, puede desempeñar un papel esencial en el fomento de las buenas prácticas agrícolas y ayudar a los agricultores a adecuar aún más el aporte de los nutrientes a las necesidades de los cultivos. FaST integra todas las fuentes de nutrientes (orgánicos y minerales) disponibles en la explotación y tiene en cuenta sus especificidades y su eficiencia.
  • Favorecer el reciclado y reutilización de nutrientes, apoyándose en los principios de la economía circular y en el Reglamento (UE) 2019/1009, que promueve la utilización de nuevas fuentes de nutrientes recuperados y de ciertos subproductos. Eso sí, garantizando la calidad de estos productos y asegurando la ausencia de sustancias fitotóxicas o metales pesados que puedan comprometer la salud y productividad de los suelos a corto, medio o largo plazo.
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