«Bruselas no entiende cómo pastan los animales en nuestros campos”. Esta frase, pronunciada recientemente esde UPA resume bastante bien la realidad de los ganaderos ante el importante recorte de las ayudas al Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (CAP) que están viviendo desde que se reformara la PAC. Un recorte que, en muchos casos, puede llegar hasta el 100% de las ayudas de la PAC 2015 y que podrían afectaer también a las de 2016.
Por eso, en la eterna batalla de las organizaciones agrarias para lograr que desde la Comisión Europea se dé marcha atrás a esta valoración, y que se impulse una revisión en la nueva reforma de la PAC que se debe afrontar en 2017, los ganaderos españoles, y en especial el nuevo Gobierno, pueden haber encontrado una vía basada en los propios errores de la CE, reconocidos en el último informe de los auditores del Tribunal de Cuentas Europeo.
En dicho informe, se deja claro que los sistemas de identificación de parcelas agrícolas constituyen un mecanismo clave de control de la política agrícola común, por lo que los auditores instan a mejorar estos sistemas de medición ya que han detectado posibles errores por una interpretación no fiable de los datos.
los auditores europeo PIDEN SUPERVISAR CON EFICACIA, SUPERFICIES DE INTERÉS ECOLÓGICO, PASTOS PERMANENTES Y NUEVAS CATEGORÍAS DE SUPERFICIES
Los auditores llegaron a la conclusión de que el SIP es una herramienta útil para determinar la admisibilidad de las tierras agrícolas, pero que su gestión podría mejorarse. Según Nikolaos Milionis, Miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable de la fiscalización, “las insuficiencias del sistema afectan a la capacidad de los Estados miembros para controlar la admisibilidad de las tierras. Es indispensable contar con datos fiables para garantizar la legalidad y regularidad de los pagos”.
Aunque el dato más importante, y que podría ser una puerta de acceso a forzar o, por lo menos, abrir un debate sobre la necesidad de modificar la aplicación del Coeficiente de Pastos, es que estos auditores reclaman que se garantice que, mediante sus SIP, los Estados puedan identificar y registrar con fiabilidad, y supervisar con eficacia, superficies de interés ecológico, pastos permanentes y nuevas categorías de superficies.
En este sentido, los auditores cree que la Comisión debería volver a examinar el marco jurídico vigente para simplificar las normas relativas al SIP e incorporarlas al mismo para el próximo período de la PAC y llevar a cabo un análisis de costes y beneficios a fin de determinar si podría aumentar la representatividad de las muestras de la evaluación cualitativa para poder lograr una mayor cobertura de la población de parcelas.
Un informe que permite muchas interpretaciones, pero que debe servir para intentar que se frene la actual interpretación del Coeficiente de Pastos, ya que de mantenerse no sólo se va a perder una importante cantidad de dinero en ayudas al sector, sino que se puede poner en tela de juicio el propio futuro de la ganadería extensiva en nuestro país.