El 27 de junio se activaban las alarmas por las altas temperaturas y, en consecuencia, la preocupación por el riesgo de incendios. Estos factores pusieron en el punto de mira la actividad de las cosechadoras, llegando incluso a rumorearse que se iba a prohibir cosechar durante esos días, algo que fianlmente solo se hizo en Madrid durante ese fin de semana.

Ante esta situación, UAGA hizo, el 28 junio, un llamamiento a los agricultores para que extremasen las precauciones y regulasen su actividad en función de la ubicación de la parcela en la que estaban cosechando.

Ahora que los termómetros empiezan a bajar y que la cosecha de cereal entra en su fase final (sólo faltan las zonas más altas del territorio), la organización agraria quiere dar la enhorabuena a todos los agricultores y cosechadores por haber actuado como unos auténticos profesionales y haber realizado las labores propias de la campaña de recogida del cereal sin apenas incidencias.

UAGA destaca la responsabilidad de la que han hecho gala los agricultores que se han autorregulado y no ha sido necesaria la intervención del Gobierno de Aragón, ponieno de relieve que es necesario tener precaución pero tomar medidas ineadecuadas como la de impedir el trabajo de las cosechadoras.

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