Según ha añadido la Conferencia, el vino está considerado un alimento por la legislación nacional (artículo 4 de la Ley 24/2003, de 10 de julio, de la Viña y el Vino) y, consumido con moderación, "forma parte de la Dieta Mediterránea, como así lo consideran numerosos estudios avalados por la comunidad científica".
Es "contradictorio" que se aumente las ayudas a la promoción y se prohíba
Ha criticado que "supone una gran contradicción" que la legislación europea y española acaben de aumentar las ayudas para las campañas de información y promoción del vino dentro y fuera de la Unión Europea (UE), "a la vez se presente una iniciativa que prohíbe buena parte de las condiciones bajo las que se permite y se incentivas campañas con fondos públicos" para el vino.
También la Ley de la Viña y el Vino establece, entre los criterios bajo los cuales se permiten campañas de promoción del vino financiadas con fondos públicos, los enfoques formativos y la difusión de los beneficios del vino como alimento de la Dieta Mediterránea, ha añadido.
A su juicio, "nada tiene que ver esta perspectiva con el enfoque represor que se deduce de un texto que parece aprovechar la regulación destinada a menores para restringir, reprimir y penalizar el consumo de cualquier bebidas alcohólica en adultos". La Conferencia "entiende que de ningún modo un texto como el presentado al sector pueda tener eficacia alguna" para lograr la prevención del consumo de alcohol por menores.
"Demonizar al vino no es el camino"
En su opinión, "la prohibición y demonización" de un alimento como el vino "no es el camino" y "se aleja de las que deberían ser prioridades" de las autoridades: la educación y la prevención.
Llama la atención "que sea un Gobierno presidido por Mariano Rajoy" el que lance esta iniciativa, cuando él mismo había defendido en 2007, cuando era líder de la oposición, la no inclusión del vino sobre el Anteproyecto de Ley de Medidas Sanitarias para la Protección de la Salud y la Prevención del Consumo de Bebidas Alcohólicas por Menores que se discutía entonces, ha indicado.
En todo caso, ha apelado a la prudencia, porque "el texto no es más que un documento de trabajo", cuya consulta "debe servir a la administración pública para comprender las razones que demuestran que el vino no tiene encaje alguno" en dicho texto. "Ni su enfoque, ni su contenido resultan admisibles para la población en general y mucho menos para el sector", ha insistido.
ASAJA pide que se diferencia al vino del resto del alcohol
por su parte, ASAJA, pese a compartir el fin último del anteproyecto de Ley de Prevención del Consumo de Bebidas Alcohólicas por Menores y sus Efectos que es prevenir el consumo de alcohol entre menores, defiende que el vino debe tener un tratamiento diferenciado del resto de bebidas alcohólicas incluidas en normativa que se prepara. Además, si se incluyera el vino en la nueva Ley se estaría entrando en absoluta contradicción con otra ley, actualmente en vigor, como es la de La Viña y el Vino aprobada por Parlamento en 2003.
ASAJA, al igual que el resto del sector productor e industrial vitivinícola, considera que las medidas que se proponen en el anteproyecto "son absolutamente desproporcionadas e ineficaces. La prohibición de consumir alcohol por parte de los menores ya está recogida en nuestra legislación y si esa prohibición no se está cumpliendo no parece que criminalizar el consumo de un producto como el vino vaya a solucionar el problema".
Asimismo, recuerda que el aumento del consumo de alcohol entre nuestros jóvenes no guarda ningún tipo de relación con el dramático descenso que se ha producido en el consumo del vino en España durante los últimos 30 años. Lo que demuestra que el vino no es el problema y que una Ley como la que se prepara solo contribuiría a fomentar un mayor descenso del consumo de vino entre la población adulta que, en el caso del sector vitivinícola, pondría en riesgo la supervivencia de los productores y de toda una industria con un importante peso en el PIB español.
En opinión de ASAJA, el problema del consumo de alcohol entre menores "no es tanto de productos sino del mal uso que se haga de ellos y por tanto de conductas. Las estrategias basadas en la prohibición y la represión no conducen a nada por lo que se imponen las políticas de prevención y educación, tal y como está haciendo el sector vitivinícola con el programa europeo que se desarrolla en España “Wine in Moderation”, que promueve el consumo responsable de vino".