EFE.- Así lo ha asegurado en declaraciones a Efe, el presidente de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, Angel Prieto, quien ha destacado que, pese a que las horas de frío acumuladas están bajas, todavía quedan días suficientes antes de la floración para lograr un aumento "significativo".

Prieto ha explicado que durante el invierno, los cerezos necesitan de media entre 900 y 1.100 horas de frío, es decir, necesitan soportar durante ese tiempo temperaturas entre 0 y 6 grados centígrados para una correcta preparación de la floración.

En este sentido, ha hecho hincapié en que el número de horas de frío necesarias varía entre unas variedades y otras, de tal forma que las más exigentes, como pueden ser la burlat y las picotas, necesitan el máximo de horas posible.

Por lo que respecta al agua, el responsable de la Agrupación de Cooperativas ha asegurado que en la actualidad la cantidad recogida es aproximadamente un 4% de la media de anteriores campañas.

No obstante, ha llamado la atención ante el hecho de que el cerezo es un frutal que en invierno no requiere demasiada agua "y mucho menos en primavera", ha aseverado.

La floración de los cerezos no se produce en una fecha fija, sino que varía dependiendo de las condiciones climatológicas que se produzcan durante el invierno y en las fechas próxima a la floración.

Lo habitual es que se produzca durante la segunda quincena de marzo y primera semana de abril, suele durar unos 10 días, pero las fechas exactas de la floración no se saben casi hasta cuando empiezan a florecer los cerezos.

En cuanto a la fecha de la próxima floración en el Valle del Jerte, Angel Prieto ha afirmado que es muy difícil de determinar, ya que entran en juego múltiples variables todas relacionadas con el clima, aunque ha señalado que si los árboles acumulan suficientes horas de frío, lo normal es que la floración sea más rápida.

La Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte es de segundo grado y aglutina a unos 3.500 agricultores de 16 cooperativas, todas ellas ubicadas en las comarcas cacereñas del Valle del Jerte y La Vera.

Entre sus productos, se encuentra como "estrella" la cereza, con una cosecha media cada temporada de unas 15.000 toneladas, aunque tiene otros como las frambuesas, castañas, higos frescos y secos, aceitunas de mesa y de almazara, ciruelas, grosella, mora y la obtención de licores y aguardientes mediante la destilación de frutas.

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