El enfado de los cerealistas sigue más que patente. Este jueves la UCCL de Segovia se concentró frente a la Lonja de dicha provincia pero ya se van concretando las futuras movilizaciones, tanto a nivel provincial como nacional. Así, concretamente, el miércoles 4 de junio se realizará una concentración a nivel regional, frente a la Delegación del Gobierno; y el martes 10 de Junio, se realizará una concentración a nivel nacional, frente a la Sede de la Comisión Europea, en Madrid; para reclamar mayor apoyo a una producción que es estratégica y clave para la alimentación, tanto humana como animal y denunciar la caída de los precios de los cereales.

Como viene denuncian la organización agraria no sólo a nivel regional sino estatal, en los últimos años España ha pasado de importar desde Ucrania unos 3 millones de toneladas anuales, a más de 10 millones de toneladas en 2024 gracias a los beneficios arancelarios concedidos a dicho país por la UE. “España es un país deficitario en estos productos” señala Unión de Uniones “pero se necesitan hacer los balances necesarios para que importaciones masivas no hundan el mercado de los cereales y al tiempo no se tensione al alza el precio de los piensos”. No obstante, desde nuestra organización no se señala este acuerdo como el único responsable, pues el mal funcionamiento de la cadena alimentaria y los desequilibrios existentes que no acaban de corregirse estarían jugando también un rol decisivo.

A la situación del precio del cereal, se une el caballo de batalla de otros sectores, los costes de producción, que siguen encareciéndose. Los abonos nitrogenados, de amplio uso en este sector, han aumentado también un 40% en apenas 6 meses, situación que puede agravarse con la imposición de aranceles a la compra de abonos procedentes de Rusia y Bielorrusia. “Los agricultores, con una previsión buena de cosecha, deberíamos estar esperanzados” apuntan desde la organización, “y por las decisiones políticas que se toman, resulta que no es así”.

Por todo esto, y con el objetivo de poder darle una solución a este problema, desde la Unión de Campesinos de Castilla y León se propone que, en junio, cuando se renueve el acuerdo con Ucrania, la Unión Europea incluya los cereales y active las cláusulas de salvaguardia en cuanto se llegue a un tope de importación; que en el caso de que Europa no atienda nuestra reivindicación, España deberá activar por su cuenta los aranceles como han hecho otros países.

El Ministerio deberá poner especial atención en la vigilancia de la Cadena Alimentaria: la bajada constante del precio del cereal no ha conllevado una bajada del pan por ejemplo o de los piensos para animales y debe activar mecanismos de intervención de mercados si los precios no cubren los costes de producción.

Finalmente, los cerealistas reiteran su no a Mercosur: «si la situación está como está ahora sin acuerdo Mercosur, ¿qué pasará después si no existen cláusulas de salvaguarda?», se preguntan

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