El uso ilegal de veneno es la principal amenaza de especies silvestres vulnerables o que se encuentran en peligro de extinción. Es el caso del águila imperial ibérica, el alimoche común, el buitre negro, el águila real, el águila-azor perdicera, el milano real, el milano negro y el quebrantahuesos.
De 2005 a 2010, se hallaron 575 ejemplares de buitres leonados y 297 individuos de milano real, cuya muerte fue debida al uso de cebos envenenados. Esta práctica ilegal también afecta a mamíferos como el zorro, el oso pardo y el lobo. La muerte de estos animales puede suponer la pérdida de sus territorios, la disminución del relevo generacional o el aislamiento de sus poblaciones.
También afecta a los entornos domésticos y mascotas
En entornos urbanos, los animales domésticos también sufren las consecuencias del uso de cebos envenenados. El perro es la especie más afectada por el uso ilegal de veneno en España con 953 casos detectados entre 2005 y 2010. En este periodo también se hallaron 207 gatos envenenados. El alto número de animales domésticos detectados también se debe a que gran parte de sus envenenamientos son denunciados por sus dueños y, por tanto, pueden ser cuantificados, según indica el informe elaborado por SEO/Birdlife.
Ante esta situación, la Fundación Biodiversidad del MAGRAMA, apoya el refuerzo de las acciones para combatir las muertes por envenenamiento, dando continuidad a las actuaciones efectuadas en el marco del proyecto LIFE+veneno en aplicación de la Estrategia Nacional contra el Uso ilegal de Cebos envenenados en el Medio Natural, elaborada en 2004 por el Ministerio junto al resto de administraciones competentes. En proceso de actualización, la Estrategia presenta tres ámbitos de actuación: la búsqueda y obtención de una mejor información y conocimiento; la prevención y disuasión, y la persecución y condena de los actos delictivos.
Involucrar a la ciudadanía
Tras cuatro años de ejecución, el proyecto LIFE+veneno ha permitido ampliar el conocimiento sobre el uso ilegal de veneno en España, la profesionalización de los agentes dedicados a combatir esta práctica y la mejora de la sensibilización de la sociedad.
Con vocación de involucrar a la ciudadanía y denunciar los casos de envenenamiento, se ha creado una Red de Voluntarios contra el Veneno, que cuenta con más de 333 miembros. Asimismo, se ha mantenido el Teléfono SOS Veneno (900 713 182), creado en 1999 y que ha dado apoyo a otras iniciativas cofinanciadas la Fundación Biodiversidad, como el proyecto SOS veneno, desarrollado por el Fondo para la Conservación del Buitre Negro.
LIFE+ veneno ha sido ejecutado por SEO/Birdlife, el Fondo para al Conservación del Buitre Negro y la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha, con un presupuesto total de 1,6 millones de euros, financiado en un 40% por la Comisión Europea, en un 26% por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Fundación Biodiversidad, y la cuantía restante por la Junta de Andalucía, el Gobierno de Cantabria y el Cabildo de Fuerteventura.