La resolución para las autorizaciones de nuevas plantaciones de viñedo en 2018 que salía publicada poco antes de las campanadas, no hace más que causar enfados. Éstos han sido, fundamentalmente, protagonizados por agricultores valencianos y extremeños que han librado la ya conocida guerra del cava, saliendo bastante magullados. Pero, por si fuera poco, esta resolución tampoco gusta a los agricultores catalanes de Unió de Pagesos, que aunque respetan la decisión que concierne al cava, critican duramente la decisión del ministerio de Agricultura de limitar al 0,52 % la superficie de las nuevas plantaciones de viña.
En este sentido, UP ha informado de que recurrirá esta resolución para que la limitación de nuevas plantaciones de viñedo en 2018 no sea del 0,52 %, sino que se fije en un 1 %, para evitar la pérdida de potencial productivo de los viticultores.
La organización asegura que la producción total de vino y mosto de España, pero sobre todo la superficie cultivada, se están reduciendo progresivamente desde el año 2000, habiendo llegado a un descenso de más de 200.000 hectáreas en veinte años.
defiende que se respeten las recomendaciones de los consejos reguladores correspondientes
UP considera que «esta limitación para el 2018 volverá a perjudicar los viticultores profesionales que necesiten, de manera ordenada, redimensionar sus explotaciones y, sobre todo, no perder potencial productivo, teniendo en cuenta que el consumo interno se ha recuperado en los últimos tres años y las exportaciones evolucionan positivamente».
Con respecto al tema del cava, la organización mantiene que «son las propias denominaciones las que disponen de los datos objetivos que les permitan tomar decisiones sobre su potencial productivo y su situación de mercado» y defiende que se respeten las recomendaciones de los consejos reguladores correspondientes».
Yo creo que los catalanes siempre están mirando de reojo para ver si triunfan los demás, los envidiosos de la galaxia.