Unión de Uniones, ante la Cumbre del Cambio Climático (COP30) que se está celebrando estos días y que esta semana se centra en agricultura y cuestiones de seguridad alimentaria, pide a la UE «que sea realista en su presunción de querer abanderar la causa contra el cambio climático cuando sus ciudadanos no son, ni de lejos, los mayores causantes de emisiones a nivel mundial y la agricultura representa una mínima parte de las mismas».

Unión de Uniones cree que tomar medidas que palíen los efectos del cambio climático es fundamental, especialmente para la agricultura y la ganadería que son de las actividades económicas que más dependencia tienen del clima. A pesar de esto, considera que «Europa tiene que tener los pies en la tierra y darse cuenta de que, mientras sus niveles de exigencia en términos de eficiencia energética o de emisiones no paran de crecer, el resto del mundo no cuenta con unos estándares tan elevados y provocan directamente la pérdida de competitividad del sector agroalimentario».

La organización recuerda que las emisiones del sector primario en Europa representan un 11,88% y, por su parte, Europa es responsable solo del 6% de las emisiones a nivel mundial, según el estudio realizado por la Comisión Europea que ha analizado la organización, «lo que indica que la agricultura y ganadería europeas solo contribuye con 0,71% a la producción de gases de efecto invernadero».

«NO PODEMOS SER MÁS PAPISTAS QUE EL PAPA, COMO SE SUELE DECIR. AQUÍ SE TIENEN QUE PONER LAS PILAS TODOS LOS PAÍSES, PORQUE LAS EMISIONES VAN AL MISMO PLANETA»

Unión de Uniones señala que el margen de reducción de emisiones en el sector agrario es limitado porque las mismas proceden en su mayor parte de procesos biológicos inevitables. Incluso grandes inversiones económicas y tensiones regulatorias intensas sobre nuestra agricultura y ganadería tendrían un impacto mínimo en el balance global mundial de emisiones. «Si la UE mantiene su actual senda de una política climática ambiciosa con ánimo de erigirse en líder mundial, lo que creará son efectos indeseados, como la deslocalización -que incrementará producciones menos sostenibles y aún más emisiones en otras partes del mundo- y la pérdida de la competitividad de nuestro sector y de nuestra soberanía alimentaria», afirman desde la organización agraria.

«No podemos ser más papistas que el Papa, como se suele decir. Y además también es incongruencia, pues luego se van cerrando acuerdos comerciales con países terceros cuyas producciones ya solo con pensar en importarlas provocan miles de emisiones perfectamente evitables», comentan desde la organización. «Aquí se tienen que poner las pilas todos los países, porque las emisiones van al mismo planeta».

Unión de Uniones seguirá de cerca la COP 30 durante la semana y se muestra expectante por los acuerdos que se alcancen y el impacto que tendrán para el sector agrario europeo y español.

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