En el último programa de ‘Pioneros’ de Jerez Televisión aha permitido conocer una noticia muy curiosa: la procedencia de los caballos de la Guardia Real, los caballos del Rey de España.

Es por muchos sabido que los ejemplares de los Cuerpos de Seguridad y las Fuerzas Armadas nacen y se crían en Jerez de la Frontera pero, es menos conocido, que los caballos que se ocupan de la seguridad del jefe del Estado, también eligen Jerez para nacer.

En concreto, escogen el Centro Militar de Cría Caballar, ubicado en el Cortijo de Vicos, porque es el único centro de las Fuerzas Armadas donde se cría el caballo de Pura Raza Española. Además, según el teniente coronel, Daniel Vázquez, jefe de este centro, «se debe a que esta raza cumple a la perfección los parámetros buscados para el trabajo que tienen que desempeñar».

LABORES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS CABALLOS DE LA GUARDIA REAL

Las labores de los caballos del Rey son dos, como explica Vázquez, «prestan servicio de escolta solemne (cuando los reyes van en coche, en los actos importantes como el Día de la Fiesta Nacional) y, por otro lado, rinden honores en los actos militares».

El escrutinio no es baladí, la Casa de Su Majestad El Rey busca unas especificaciones de comportamiento y también de morfología en los caballos. Respecto a las primeras, necesitan unos equinos tranquilos, nobles y que estén preparados para trabajar en situaciones en las que hay público, por tanto, «han de ser sosegados, dóciles y fáciles de manejar, que no hagan extraños», comenta Daniel.

En cuanto a la morfología, también buscan algo determinado, por un lado, tres capas -tordos, negros y castaños- que favorezcan una imagen potente de la formación y, por otro, «caballos bellos, con crines espectaculares, con una alzada igual o superior a 1.65, formas redondeadas, que sea muy visuales porque están en actos muy importantes». En definitiva, todas las características del caballo de Pura Raza Español», concluye el teniente coronel.

LA VISITA DE CASA REAL AL CORTIJO DE VICOS

Por supuesto, la Casa de SM El Rey controla que se cumplan los parámetros y manda a una comisión formada por un veterinario, un oficial y un suboficial al Cortijo de Vicos. «Ellos vienen a elegirlos de entre todos los que hemos entrenado», dice Vázquez, y añade, que «bajan a Cádiz, cuando los equinos tienen dos años y medio, ya se han criado en semilibertad con los demás potros y se les ha pasado a los boxes para continuar el desvabre, una fase destinada a conseguir que trabajen y se acostumbren a nosotros».

Durante este periodo «damos cuerda y los dejamos listos para que puedan ser montados en cuanto lleguen a Madrid», desgrana Vázquez.

En el Centro Militar De Cría Caballar, además de tener en cuenta las tres capas a la hora de mezclar los ejemplares, observan con detenimiento la línea genealógica de los ejemplares, como insiste el teniente coronel, «empleamos los mejores caballos y también aportamos sementales de ganaderos si necesitamos implementar características concretas que no tenemos, evitar la consaguineidad y refrescar la sangre».

Y el afán de Vázquez y el Cortijo de Vicos en conseguir unos animales premium, se debe a la gran responsabilidad que van a tener estos caballos porque «los mandatarios extranjeros que se entrevistan con el Rey en el Pardo, la primera impresión que se llevan del país es la formación de la Guardia Real que les recibe. Esa imagen es espectacular, es marca España y marca de las Fuerzas Armadas», por eso, hay que «cuidar todos los detalles».

SE DESVELA EL SECRETO

El gran secreto del trabajo esmerado de Daniel Vázquez y, su amor por los caballos, es que él mismo ha formado parte de la Guardia Real, por eso, conoce a la perfección sus entresijos.

«He tenido la suerte de ser el capitán en 2002 del Escuadrón de Escolta Real. Fue apasionante y una oportunidad única para alguien al que le gustan los caballos como a mí» y prosigue «he desfilado por la Castellana, evento en los que se mezclan la tradición y el romanticismo». Y Vázquez también revela que ha pertenecio, nada menos que «a la escolta del Rey en el día de su boda».

El teniente coronel resume que el día a día en el Cortijo es duro, tiene mucho trabajo pero «es precioso y un honor». Sin duda, una búsqueda constante de la excelencia para un trabajo de altura que, como no, tenía que encontrar una localización perfecta, y esa, tratándose de Pura Raza Español, no podía ser otra que Jerez de la Frontera.

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