Un ganadero de La Encina, en la comarca de Ciudad Rodrigo (Salamanca), ha denunciado este viernes que los buitres le han comido un ternero de escasos días tras matarlo. El joven sólo ha encontrado los huesos, mientras que el resto del animal ha sido devorado en apenas unos minutos por los buitres.
Ante este nuevo ataque desde ASAJA Salamanca se insiste en la necesidad de que la Junta de Castilla y León modifique la normativa actual de necrófagas y autorice dejar más animales en las zonas habilitadas para que las alimañas puedan alimentarse sin tener que matar a terneros, ovejas o vacas.
asaja pide que la junta reconozca su responsabilidad y que no sea el ganadero quien tenga que sufrir todas las pérdidas
La organización cree que el hambre que sufren los buitres les llevan a matar salvajemente a los animales que se encuentran indefensos en medio de un parto o recién nacidos pero también a salir de las zonas tradicionales en las que habitan en busca de comida. «Su presencia en numerosas ocasiones a menos de 10 kilómetros de la capital salmantina, es una evidencia clara de que la actual normativa está provocando cambios en los hábitos alimenticios de los buitres y cambiando la biodiversidad de la provincia», señalan desde ASAJA.
Por otra parte, y ante los numerosos ataques que sufren los ganaderos por parte de los buitres, defiende que es necesario que la Junta de Castilla y León «reconozca su responsabilidad en este tipo de ataques y que no sea el ganadero quien tenga que sufrir todas las pérdidas. Conservar la biodiversidad es una tarea de todos pero injustamente sólo la sufragan los ganaderos».
En ese mismo contexto, desde la organizaciónagraria se pide a la Administración que se empiece a controlar la población de buitres que hay viven en la provincia. «Los reiterados ataques que sufren los ganaderos es una evidencia del excesivo número de buitres que habitan en la provincia frente a la escasez de comida que hay. Urge un control poblacional para evitar un problema aún mayor en el futuro. La experiencia que se está viviendo con la expansión del lobo en la provincia de Salamanca, es un buen precedente para que ganaderos y Administración se pongan a trabajar para atajar el problema», sentencia ASAJA.