Desde que en 2009 comenzara a hablarse de los Bitcoins, este término ha estado cada vez más presente en numerosos artículos económicos pero también en la vida de los consumidores. El uso de esta moneda como alternativa al pago en efectivo en cierto tipo de transacciones ha hecho que ya muchas de estas gestiones se hagan con Bitcoin… hasta acercarse ahora al mundo del turismo rural.
Aunque el turismo rural sea un sector estancado en profesionalización, según el portal
de casas rurales https://www.clubrural.com, es cierto que el avance paulatino y la
preocupación de algunos empresarios por ofrecer las máximas comodidades a los
clientes, ha hecho que esta moneda también llegue a él. Es el caso de Aldea Ecorural,
donde desde agosto de 2017 se puede hacer la reserva del alojamiento y pagar con
Bitcoin.
Según Javier Simó, su propietario, es un pago muy sencillo: “sólo tienes que tener tu
propia cartera de monedas y comprobar en el momento de la reserva el precio
actualizado del Bitcoin”.
Esta moneda virtual tiene la ventaja de no pertenecer a ningún país y estar libre de intermediaros. Además el cambio por euros y dólares es muy sencillo por lo tanto implementarlo en el turismo rural es un punto a favor tanto para los viajeros como para los propietarios.
“Las reservas y pagos se pueden realizar sin intermediarios y sin comisiones
abusivas”. Es uno de los aspectos que Javier destaca de esta nueva forma de pago.
Además remarca que su seguridad es máxima: “el sistema criptográfico es tan potente
que hace imposible su falsificación o duplicación”, un punto a favor teniendo en cuenta
la desconfianza que en muchas ocasiones todavía sigue generando hacer
transacciones online.
¿Puede funcionar el Bitcoin en el turismo rural?
Aunque parezca incompatible que una tecnología puntera con menos de 10 años de
vida pueda tener calado en un sector donde la profesionalización está comenzando a
desarrollarse ahora, en realidad puede ser un punto a su favor sobre todo para la
llegada de turistas de otros países donde el uso de los Bitcoins está más extendido.
Según el propietario de Aldea Ecorural, “las criptomonedas están dando mucho de qué
hablar y eso es bueno para el futuro”, además confía en que poco a poco vayan
llegando más viajeros interesados en esta forma de pago.
La incorporación paulatina de este sector a la multitud de ventajas que ofrece el
mundo online puede ser una forma más de atracción para el turista extranjero.
A pesar de que el turismo rural se desarrolle en localidades pequeñas, emprendedores
como Javier Simó de Aldea Ecorural, dan un empujón a la profesionalización del
sector. Probablemente muchos de los habitantes que vivan en el pueblo jamás hayan
oído hablar de los Bitcoins.