Según las pruebas realizadas por el Instituto Universitario de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo (IUIAD), todos conservan parte de los compuestos fenólicos, especialmente de flavonoides, presentes en la caña de azúcar y, en mayor o menor medida, sus propiedades beneficiosas.
La investigadora de la IUIAD Lucía Seguí ha manifestado que diversos estudios han demostrado que algunos compuestos aislados del jugo de la caña de azúcar poseen una potente capacidad antioxidante y se ha comprobado sus efectos beneficiosos sobre la salud en estudios ‘in vitro’ e ‘in vivo’.
En el estudio se plantearon comprobar hasta qué punto los compuestos beneficiosos del jugo de la caña podrían estar presentes en las alternativas comerciales no refinadas disponibles en el mercado.
En total, analizaron doce productos comercializados actualmente, desde el azúcar blanco y diversos azúcares morenos a diferentes tipos de panela (o jugo de caña evaporado) y miel de caña, utilizando el azúcar blanco como referencia comparativa.
"Evaluamos las propiedades antioxidantes, así como diferentes características fisicoquímicas, como su contenido en glucosa, fructosa y sacarosa, color o humedad, entre otros", según Seguí.
El objetivo, según la investigadora, era determinar no solo qué alternativa presenta mayor poder antioxidante, sino también cuál reúne las mejores características para ser utilizado como ingrediente funcional en la formulación de alimentos.
La investigación concluye que el consumo habitual de cualquiera de los azúcares no refinados estudiados contribuiría a aumentar la ingesta de compuestos antioxidantes, y de todos ellos destacan las panelas o la miel de caña, que contienen entre seis y siete veces más compuestos con capacidad antioxidante que el azúcar moreno.
Asimismo, subrayan que el uso potencial de estos productos como sustitutivos del azúcar podría repercutir de manera beneficiosa en la dieta.
"A pesar de que en general se recomienda reducir el consumo de azúcares, el consumo directo de azúcar como endulzante en los países desarrollados es de unos 340 gramos al mes de forma directa y de unos 3,5 kilos al mes en alimentos formulados", señala la investigadora, para quien el uso de alguno de estos productos en lugar del azúcar común "sería beneficioso para nuestra salud".
En este sentido, la investigadora de la UPV indica que han empezado un proyecto para estudiar la sustitución en productos tales como mermeladas, postres, gominolas o batidos.
En el trabajo señalan que enriquecer los productos azucarados con estos antioxidantes naturales contribuiría a mejorar sus características nutricionales, "en algunos casos poco valorados precisamente por su elevado contenido en azúcar".
Tras este estudio, tienen programados una serie de ensayos para comprobar la posible actividad anticariogénica de estos compuestos, ya que existen estudios previos que sugieren que los derivados fenólicos presentes en la caña de azúcar podrían inhibir el desarrollo de las bacterias causantes de la caries dental.