En su opinión, habría que extender las medidas ya aprobadas para los jóvenes -como es el caso de los descuentos en las cotizaciones para los menores de 30 años- a los mayores de 45 años "o a todos los que comienzan una nueva actividad".

     Para el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, la nueva ley "quitará trabas al que empieza y a los que están constituidos", lo que cree que ayudará a frenar las bajas, que superaron a las altas en los dos primeros meses de 2013.

     Una de las medidas que esperan que aporte liquidez a las pymes es el pago del IVA con criterio de caja (una vez cobradas las facturas), que podrán aplicar desde 2014 las empresas con una facturación inferior a 2 millones de euros, tanto para las operaciones con las administraciones públicas como con empresas privadas.

     Otra iniciativa que los autónomos aguardan es la conocida como "segunda oportunidad empresarial", que tiene como fin apoyar al trabajador por cuenta propia que fracase en su actividad, ya que creen que hay que impedir que se estigmatice al quien fracasa y entenderlo como "una carrera al aprendizaje", en palabras de Amor.

     La ley de emprendedores también abordará previsiblemente una de las demandas tradicionales de los trabajadores por cuenta propia: la limitación de su responsabilidad patrimonial.

     Amor cree que habría que establecer un "mínimo vital" similar al salario mínimo   interprofesional, por debajo del cual los ingresos del autónomo se declaren inembargables, "como ocurre con cualquier trabajador asalariado".

     Reyna aporta otra posibilidad más, que sería la inscripción de los bienes profesionales del autónomo en el registro mercantil, diferenciados de su patrimonio personal y familiar.

     Pero para ambas asociaciones el gran reto pendiente con respecto a los autónomos es la falta de financiación, uno de los principales frenos a la actividad emprendedora.

    Reyna reclama una regulación del "patronazgo del emprendimiento", que incentive la inversión en nuevos proyectos empresariales mediante reducciones en el impuesto de sociedades y en el IRPF, "como ocurre con las actividades culturales".

    En este sentido, está previsto que la norma incluya deducciones en el IRPF para aquellos inversores que apuesten por proyectos de capital riesgo "informal" (los denominados "business angels") y que parte de la rentabilidad obtenida con estas inversiones esté eximida de IRPF si se vuelve a invertir en un proyecto nuevo.

    Reyna solicita además al Gobierno que ponga a disposición de los autónomos un gran fondo de microcréditos "de hasta 25.000 euros" a través del ICO con un tipo de interés razonable, algo que cree que se podría hacer con una partida de 2.000 millones.

     Amor cree que la ley de emprendedores podría abordar asimismo una simplificación administrativa, "acabando con duplicidades y con burocracia", aunque el grueso de la reforma de las administraciones públicas se hará más adelante.

     Otra medida que, según los autónomos, también podría aparecer en la ley de emprendedores es la posibilidad de crear una empresa depositando el capital exigido poco a poco.

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