EFE.- Los ataques de lobos a rebaños en el sudeste de Francia se han incrementado un 48 por ciento en el primer semestre del año con respecto a 2010, y han avivado las quejas de los ganaderos que exigen al Gobierno medidas urgentes.
Un total de 418 ataques en los que los predadores acabaron con 1.303 cabezas de ganado -frente a los 281 asaltos y 1.082 animales muertos durante el mismo período de 2010- han despertado la ira del sector que denunció hoy a Efe las "consecuencias desastrosas" de las poblaciones de lobos para su economía.
"La semana pasada un ganadero perdió 63 corderos en un solo ataque", indicó un portavoz de la Federación Nacional Ovina (FNO), Frank Diény, que lamentó la virulencia de los últimos ataques, que en su opinión delata una "adaptación del lobo" para sortear las cada vez mayores precauciones de los pastores.
Diény explicó que ya en 2010 se superó la cifra de víctimas del año anterior, lo que consolida una tendencia sostenida al alza desde que la especie se reintrodujo de forma natural en Francia en 1993.
El responsable sindical explicó que el aumento de lobos en la región del arco alpino francés, que se cifra en 200 especímenes actualmente, ha llevado a una situación en la que "manadas se acercan a los rebaños incluso durante el día".
"Los ganaderos viven con una espada de damocles encima de ella", destacó Diény, quien criticó que los protocolos de actuación previstos en caso de ataque son "totalmente ineficaces" para hacer frente al problema.
Advirtió además del peligro de que los pastores y rebaños tengan que abandonar las montañas, lo que afectaría a su mantenimiento contra los incendios o al turismo rural, ya que se trata de aspectos que "dependen de la presencia de ganaderos" en ese entorno.
Los ganaderos piden entre otras medidas que se "deje de proteger al lobo" y disminuyan los ejemplares de esa especie, amparada tanto por la legislación francesa desde 2007 como por la Convención europea de Berna.
En Francia, los ganaderos solo pueden disparar contra los lobos como defensa tras varios ataques y con la autorización del prefecto de policía de la región, una normativa que en España es "más flexible", indicó Diény.